La reestructuración de la Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estaría perjudicando el proceso de independencia de las colonias que aún existen en el mundo, según el presidente del Comité de Descolonización.
"La desconolización, como todos saben, es un tema político", pero "la Secretaría, en su proceso de reestructuración, intenta despolitizarlo y minimizar su importancia", afirmó el presidente del Comité, el embajador Utula Samana, de Papúa-Nueva Guinea.
La Unidad de Descolonización de la Secretaría está siendo transferida del Departamento de Asuntos Políticos al Departamento de la Asamblea General y Servicios de Conferencia.
El traslado, que forma parte de un esfuerzo mayor por consolidar varios departamentos de la ONU, tiene por objetivo "mejorar la eficiencia" del sistema, según funcionarios de la Secretaría.
Pero Samana es escéptico. "No sé cuál es la lógica de todo esto", dijo, pero sugirió que la medida podría estar destinada a "restarle importancia al proceso de descolonización y socavar el trabajo del Comité".
El delegado indio Gautam Mujopadhaya opinó que el traslado constituye una mala señal y disminuye la importancia del Comité de Descolonización, cuya integridad "debe ser preservada", dijo.
Por otra parte, la División de Asuntos de la Asamblea General de la ONU señaló que no existe ninguna motivación oculta. "El traslado se debió a razones de mejora administrativa y no forma parte de ningún plan secreto", aseguró Vadim Perfiliev, director de la División.
Existen 17 "territorios sin autogobierno" en el mundo, la mayoría de ellos administrados por Estados Unidos o Gran Bretaña.
"Se denominan 'territorios sin autogobierno' porque las potencias administradoras no desean llamarlas 'colonias"', observó Samana.
Gran Bretaña administra 10 colonias: Anguila, Bermuda, Islas Vírgenes Británicas, Islas Caimanes, Islas Malvinas, Gibraltar, Montserrat, Pitcairn, Santa Helena y Turcos y Caicos.
Mientras, Estados Unidos posee Samoa Estadounidense, Guam e Islas Vírgenes Estadounidenses. Nueva Caledonia es administrada por Francia, Tokelau por Nueva Zelanda y Timor Oriental, cuya administración por Portugal es reconocida por la ONU, en los hechos está anexada a Indonesia.
Mientras, Sahara Occidental es reclamado a la vez por Marruecos y por el Frente Polisario, que lucha por un estado independiente.
En abril, Estados Unidos y Gran Bretaña acordaron discutir en el marco de la ONU el futuro de sus colonias.
El Comité de Descolonización adoptó por unanimidad una resolución que recomienda "medidas apropiadas" para ayudar a los pueblos de esos territorios a "ejercer su derecho a la autodeterminación".
Desde la adopción en 1960 de la Declaración sobre la Concesión de Independencia a Países y Pueblos Coloniales, 59 ex colonias habitadas en conjunto por más de 80 millones de personas lograron la independencia y se incorporaron a la ONU como estados miembros soberanos.
Samana afirmó que las principales potencias realizan un "doble discurso" cuando defienden los derechos humanos a nivel mundial pero demoran la concesión de la independencia a sus propios territorios.
"Los derechos humanos forman parte del proceso de descolonización", ya que "el destino de esos territorios no puede ser decidido por las potencias, sino por sí mismos", argumentó Samana. (FIN/IPS/tra-en/td/yjc/ml/ip/97