El gobierno de México exhibe cifras económicas positivas y promete un escenario futuro de progreso, mientras el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) reniega del ex presidente Carlos Salinas, a quien antes consideró "el gran líder y reformador".
Para la oposición, se trata de actitudes propias de tiempos electorales. El 6 de julio los mexicanos votarán para renovar el Congreso, una cuarta parte del Senado, siete gobernadores – incluida por primera vez el de la capital- y medio millar de diputaciones locales y ayuntamientos.
Según coinciden en indicar varias encuestas, el PRI, en el poder desde 1929, podría sufrir una de sus peores derrotas.
Autoridades de Hacienda destacaron este viernes que la inflación en abril se ubicó en 1,08 por ciento, la más baja en los últimos 28 meses, y en marzo la balanza comercial llegó a 636 millones de dólares, la más elevada desde septiembre.
Añadieron que entre abril y mayo el número de afiliados al seguro social aumentó 3,1 por ciento, hasta llegar a 9,4 millones, el mayor número de la historia.
Los resultados refrendan las estrategias económicas adoptadas tras la crisis de 1994 y presentan un futuro muy alentador, dijo el subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Martín Werner.
El PRI destacó los logros del gobierno y su presidente, Humberto Roque, acusó a Salinas, señalado como responsable de la crisis económica estallada hace tres años, de haber aplicado estrategias afines al derechista Partido Acción Nacional (PAN), segunda fuerza política del país.
"Está totalmente hecho el deslinde" del ex presidente, afirmó Roque. El partido gobernante, que hasta antes de la crisis exaltó a Salinas y lo apoyó en todos sus planes, lleva ahora adelante un proceso para borrarlo de sus registros.
Dirigentes del PAN y del centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), tercera fuerza del país, calificaron de "movimiento electorero" los esfuerzos del PRI por alejarse de Salinas.
El PAN y el PRD sostienen que el PRI está desesperado, pues las encuestas no le favorecen y añaden que, en esa línea, el gobierno del presidente Ernesto Zedillo se esfuerza por destacar logros económicos que esconden "grandes contradicciones internas".
Afirmaron que la visita que realizó esta semana a México el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, quien felicitó al gobierno de Zedillo por sus reformas económicas, intenta ser aprovechada como apoyo electoral.
Un estudio del Consejo Coordinador Empresarial, afirma que el actual poder adquisitivo de los salarios es 49,4 por ciento menor que en 1994.
El deterioro del consumo interno obstaculiza "gravemente el objetivo de la recuperación", sobre todo porque las ventas al por menor presentan "un comportamiento errático y pobre", sostienen los empresarios.
El Consejo afirma que las mejorías a nivel macroeconómico no tienen correspondencia con la dinámica interna.
De acuerdo con el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM), de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México, la mayoría de familias asalariadas han dejado en un segundo plano la satisfacción de necesidades como educación, vivienda y vestido.
Con el salario mínimo actual diario de menos de cuatro dólares sólo es posible adquirir seis de los 35 artículos de la llamada "canasta obrera indispensable", por lo que se han dejado de consumir productos como la carne y la leche, indica el CAM.
El país sigue en situación crítica, afirman los partidos de oposición, mientras el gobierno asegura que el rumbo económico escogido llevará inevitablemente a superar los rezagos sociales.
En México, con una población de 93 millones de habitantes, más de 50 millones de personas viven en la pobreza y 10 millones en la miseria. (FIN/IPS/dc/ag/ip-if/97
