Estados Unidos felicitó a México por su lucha contra las mafias ante la próxima visita del presidente Bill Clinton, mientras antiguos miembros del gobierno de Ernesto Zedillo cuestionan recientes cambios en la política antidrogas.
La sustitución del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas (INCD) por una fiscalía especial, anunciada esta semana, "no es más que un golpe publicitario" antes de la visita de Clinton y a la larga fortalecerá a las mafias, advirtió este viernes Francisco Molina, ex jefe del ente desaparecido.
Según Thomas McLarty, asesor de Clinton, desmantelar a la INCD demostró una vez más el "genuino compromiso" del gobierno del presidente Ernesto Zedillo para luchar contra la mafias.
La fiscalía de "Atención de los delitos contra la salud" sucede a la "Coordinación general para la atención de delitos contra la salud", creada en 1990, a la "Policía investigativa de narcóticos" de 1991 y a la INCD, fundada en 1993.
El gobierno recibió en los últimos meses duras críticas del Congreso de Estados Unidos por su supuesta debilidad en la lucha contra grupos de delincuencia organizada y el anuncio sobre los vínculos con un narcotraficante del máximo jefe antidrogas de México, el general Jesús Gutiérrez, causó impacto en Washington.
Tema de continuas fricciones, el narcotráfico será, junto a la inmigración y el comercio, eje central de las conversaciones que mantendrán las delegaciones de Estados Unidos y México a propósito de la visita de Clinton.
Trascendió que en estos encuentros México solicitaría revisar por enésima vez el proceso de certificación al que Estados Unidos somete cada año a varios países del mundo por su cooperación en la lucha antidrogas.
El procurador Jorge Madrazo señaló el miércoles que debido a "graves problemas" de corrupción, la INCD fue sustituido por un nuevo organismo integrado por agentes que superaron pruebas psicológicas, socioeconómicas y de detector de mentiras.
Este cambió que no tiene nada que ver con supuestas presiones de Estados Unidos, como señalaron algunos políticos de oposición, aseguró Madrazo.
Para Molina, quien entre marzo y diciembre de 1996 coordinó con funcionarios de Washington la lucha contra el narcotráfico, la nueva fiscalía es un organismo débil y vulnerable pues quedó con sólo 60 de los 1.200 agentes que tenía la INCD.
El ex funcionario alertó sobre el peligro que representan los agentes despedidos y sostuvo que es un grave error de estrategia cambiar constantemente los esquemas de lucha contra las mafias.
Desde México, país donde según investigaciones de la Universidad Nacional Autónoma las mafias gastan más de 800 millones de dólares anuales en sobornar a autoridades, ingresan la mayoría de drogas que se consumen en Estados Unidos.
El ex procurador Antonio Lozano sostuvo esta semana que en el contexto del combate a la corrupción que realizó durante su gestión (noviembre de 1994 a diciembre de 1996) informó a Zedillo sobre los presuntos nexos del general Gutiérrez con las mafias, a pesar de lo cual no se hizo nada.
El mandatario nunca recibió tal información, el gobierno conoció de los vínculos del máximo jefe antidrogas por otras fuentes, señaló la oficina de la Presidencia.
Lozano, del derechista Partido Acción Nacional (PAN), segunda fuerza política mexicana, señaló que Zedillo y su equipo no dicen la verdad. Cuando se conocieron las versiones en julio "hice lo que tenía que hacer: avisé al presidente", afirmó.
Gutiérrez fue destitutido en febrero, luego de haber recibido información estratégica de autoridades de Estados Unidos.
Zedillo se reveló como "el mentiroso más grande del país", afirmó el diputado Alejandro González, del PAN, al no querer reconocer "el trabajo de reestructuración en la impartición y procuración de justicia durante la gestión de Lozano". (FIN/IPS/dc/ag/ip/97