MERCOSUR: Hacia el ALCA, pero en pie de igualdad con EE.UU.

El Mercosur planteará a Estados Unidos la necesidad disminuir la asimetría social y educativa que existe entre las dos partes en las negociaciones por el establecimiento del Area de Libre Comercio de América (ALCA).

Para ello, los países del Mercado Común del Sur (Mercosur), Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, concurrirán los días 15 y 16 a la reunión continental de ministros de Comercio en Belho Horizonte, Brasil, con la conciencia de que unidos constituyen la cuarta potencia económica del mundo.

Así lo dijo este martes en Montevideo el presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, durante una conferencia de prensa conjunta con su par de Uruguay, Julio Sanguinetti, al concluir su visita oficial a este país.

"El ALCA es positivo pero también tiene riesgos. Toda nueva oportunidad tiene riesgos. Nosotros debemos disminuirlos y maximizar las bondades", argumentó Cardoso.

El mandatario consideró que uno de los puntos centrales de la discusión son las tarifas y aranceles, y descartó que exista presión de Estados Unidos para imponer su posición en torno al ALCA, cuya constitución pretende acelerar.

"¿Qué va a pasar con el tabaco, con el jugo de naranja, con el calzado? Estas son cuestiones concretas que no tienen nada que ver con la relación entre Brasil y Estados Unidos, que es excelente. Somos aliados", dijo Cardoso.

Sin embargo, sostuvo que todos los países del Mercosur tendrán problemas con sus productos de exportación si el bloque no logra defender sus intereses.

Cardoso afirmó que en las negociaciones debe tenerse en cuenta que el Mercosur es "la cuarta potencia económica del mundo" y que la discusión no se limita a cuestiones arancelarias o comerciales.

Para que exista "una relación más madura" en el continente a través del ALCA, también se deberá considerar "las asimetrías" sociales, dijo.

El mandatario agregó que debe tenderse a eliminar esas asimetrías mediante la instrumentación de programas que permitan "recuperar" a distintos sectores sociales, tanto desde el punto de vista económico como del educativo.

El Mercosur pretende que el ALCA se defina en negociaciones graduales y cautelosas, en tres etapas, en la última de las cuales abordaría la desgravación.

Estados Unidos, en cambio, pretende acelerar las tratativas y negociar todo de forma simultánea, con la reducción de aranceles entre los puntos prioritarios.

Durante su visita a Uruguay, Cardoso asumió el papel de presidente del país más poderoso del Mercosur, al descartar, con una sonrisa, que su gobierno pueda revertir de inmediato las restricciones al crédito a las importaciones que originaron un fuerte rechazo entre empresarios de los restantes países.

La economía brasileña representa el 70 por ciento del producto interno bruto del Mercosur. Con ese respaldo, Cardoso enfrentó a los principales empresarios uruguayos durante un almuerzo y atribuyó la decisión de su gobierno a la intención de asegurar la estabilidad de la economía nacional.

El presidente de la Cámara de Industrias de Uruguay, Diego Balestra, le recordó entonces que las medidas reducirán 38 por ciento las exportaciones del país a Brasil.

Cardoso coincidió en que ese porcentaje es elevado, pero replicó que "peor sería no poder exportar a Brasil", lo que "sería gravísimo". "Yo pienso que todos quieren que a Brasil le vaya bien", ironizó, luego de una pausa, frente a los empresarios presentes, que guardaron silencio.

La restricción al crédito a las importaciones procura, aclaró, "evitar un arbitraje financiero de tasas de interés en beneficio de ciertos rubros internos de Brasil". En un plazo de 30 días se efectuará una "corrección" para minimizar los perjuicios, aseguró.

Tanto Cardoso como Sanguinetti destacaron la necesidad de una coordinación de las políticas macroeconómicas de los cuatro países del Mercosur con la finalidad de evitar crisis como la que derivaría de las restricciones brasileñas.

"La coordinación de las medidas macroeconómicas se decidió poco después de firmado el Tratado de Asunción que dio origen al Mercosur en marzo de 1991 y nunca se llegó a nada", comentó escéptico a IPS un empresario textil asistente a la reunión.

Horacio Bafico, analista del diario montevideano El Observador, sostuvo que la postura asumida por Cardoso dejó "bien claro que Brasil prioriza por sobre todas las cosas su propia realidad interna".

Ante problemas concretos que se le presenten, el presidente de Brasil "no dudará en adoptar las medidas correctivas que más se ajusten a sus necesidades, aunque las mismas puedan lesionar los interses de sus socios", según Bafico.

El principal rédito que lograron los empresarios uruguayos de la visita de Cardoso fue un convenio de flexibilización empresarial que exime de un depósito, establecido en lo previo en 200.000 dólares, a quienes deseen instalar una oficina en Brasil. (FIN/IPS/rr/mj/ip/97

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