La coalición de centroizquierda superó el primer examen electoral desde que hace un año asumió el gobierno de Italia en las elecciones administrativas parciales celebradas este domingo.
Las fuerzas que integran y apoyan el gobierno aventajaron al bloque opositor de centroderecha en comicios en que se eligió a los alcaldes de 77 comunas y los presidentes de cinco provincias, según los datos oficiales entregados este lunes.
La oposición, sin embargo, triunfó en Milán, capital de la región de Lombardía, la más industrializada del país, mientras que los partidos oficialistas ganaron en la segunda más importante, Turín, capital del Piamonte.
El Olivo, como se llama la alianza de centroizquierda, y Refundación Comunista, partido que apoya críticamente el gobierno, triunfaron en ocho ciudades capitales de provincia, el centroderecha (Polo de la Libertad) en cinco y el movimiento separatista de la Liga Norte wn dos.
En total, tomando en cuenta las dos vueltas electorales (la de este domingo y la precedente del 27 de abril), los partidos de centroizquierda obtuvieron 58 por ciento de los votos en 102 comunas con más de 15.000 habitantes, los de centroderecha 35 y la Liga Norte seis por ciento.
En cargos municipales, la diferencia fue más estrecha: el Olivo logró 994 alcaldes, el Polo 900 y la Liga Norte 33.
Aunque se trató de una prueba electoral muy reducida, en cuya segunda vuelta participaron unos cinco millones de electores (nueve millones en la primera) de un total de 48 millones que forman parte del cuerpo electoral, las fuerzas políticas le atribuyeron un significado político mayor.
El domingo votó sólo el 61 por ciento de los electores, una tasa de abstención particularmente alta, contra 74,6 por ciento el 27 de abril.
El líder de la derechista Alianza Nacional (AN), Gianfranco Fini, había señalado antes de las elecciones que la elección de un alcalde del Polo en Milán, Turín y Trieste habría tenido el significado de una desaprobación indirecta del gobierno.
No obstante, fue el Olivo quien ganó en Turín y Trieste.
El secretario de Refundación Comunista, Fausto Bertinotti, sostuvo que estos comicios demuestran la necesidad de un acuerdo entre toda la izquierda para poder derrotar a la derecha.
En "Turín, donde se suscribió un acuerdo, ganamos, pero en Milán, donde el candidato del Olivo lo rechazó, perdimos», afirmó.
El derechista Fini se declaró satisfecho. "Hemos conquistado la ciudad más importante, Milán, y perdimos por muy poco en Turín (50,4 por ciento contra 49,6)».
"Ha habido un empate y se ha demostrado que el gobierno vence solamente cuando se alía con Refundación Comunista. Cuando prescinde de sus votos, pierde», señaló.
El vicejefe de gobierno Walter Veltroni, del Partido Democrático de Izquierda (PDS), ex comunista, la principal fuerza de la coalición integrada, también calificó de "positivo" el resultado.
"Es un voto más que bueno para el Olivo, que confirma el respaldo de la opinión pública a la acción que estamos llevando a cabo», manifestó.
La gran tarea que se propone llevar adelante ahora el gobierno es una reforma del estado social fuertemente criticada por Refundación Comunista.
La reforma forma parte de las medidas que el Ejecutivo debe cumplir el próximo año para poder formar parte en 1999 de la Unión Económica Monetaria, la última etapa del proceso de integración, tras la cual se establecerá la moneda única, el Euro. (FIN/IPS/jp/dg/ip/97)
