Argentina, uno de los países latinoamericanos que más alientan la consolidación democrática y el progreso económico de Haití, tuvo esta semana un claro gesto de ayuda: la condonación casi total de la deuda bilateral.
El presidente haitiano René Préval, que visitó Buenos Aires, obtuvo de su colega argentino Carlos Menem la promesa de un recorte de 85 por ciento de la deuda de 18,3 millones de dólares que mantiene Haití ante Argentina, a cambio de avanzar en el proceso de reformas y privatizaciones.
La cantidad condonada es de 15,5 millones de dólares, y Haití podrá pagar el saldo, menos de tres millones, en 10 cuotas semestrales, explicó a IPS Juan Carlos Vázquez, subdirector de América Central del Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina.
"Haití agradeció la condonación de deuda y otros gestos de ayuda de Argentina y se comprometió a seguir avanzando en la privatización de áreas como el cemento, la telefonía y los puertos, tal como le exige el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reabrir el grifo financiero", explicó Vázquez.
Argentina es uno de los países miembros del Grupo de Amigos de Haití, dirigido por el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan. El grupo está integrado además por Canadá, Chile, España, Estados Unidos, Francia y Venezuela.
El gobierno argentino unió su voz a los estados que exigían el regreso al poder de Jean-Bertrand Aristide, derrocado en 1991, y una vez logrado ese objetivo, en 1994, la administración de Menem entregó a Haití un millón de dólares, para destrabar el desembolso de fondos del FMI y del Club de París.
También donó dos millones de dólares en granos, que fueron recibidos y distribuídos en Haití por una delegación de "cascos blancos", la fuerza de la ONU creada a iniciativa del gobierno argentino para ayuda humanitaria.
Del mismo modo, Argentina envió gendarmes a Haití para la capacitación de la policía, luego de la disolución del ejército haitiano en 1995, y también expertos para reorganizar el Poder Judicial y establecer un nuevo régimen penal.
Con la disolución del ejército, muchos ex militares, algunos sin devolver las armas, engrosaron las filas de desocupados en ese país, el más pobre de América Latina.
"Este tipo de problemas genera incertidumbre sobre la estabilidad democrática. Por eso, nuestro objetivo es ayudar a consolidar el régimen democrtico, reforzar las instituciones y apoyar el lento despegue de la economía" haitiana, explicó Vázquez.
El gobierno argentino considera que el reordenamiento económico "es un reaseguro para la estabilidad democrática". Por su parte, Préval prometió en Buenos Aires integrar al sector privado a la economía de su país para fomentar las inversiones y la creación de empleo.
Préval, de tendencia centroizquierdista, impulsa una reforma econmica con privatizaciones, y ese proceso es resistido por sectores del gobernante Movimiento Lavalas.
Durante su estancia en Buenos Aires, el 28 y 29 de abril, Préval firmó una declaración conjunta con Menem y se realizaron encuentros de trabajo de funcionarios de ambos países en las áreas de justicia, economía y desarrollo social.
Argentina proyecta también, junto con Francia, enviar a Haití de un contingente de expertos en materia de distribución de agua potable y en reforestación y para la formación de cuadros destinados a la administracin púlica. (FIN/IPS/mv/ff/ip dv/97
