GUATEMALA: Human Rights Watch rechaza candidato al CIDH

Un importante grupo estadounidense de derechos humanos exhortó al presidente de Guatemala, Alvaro Arzú, a retirar la nominación de un ex vicepresidente como integrante de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

La organización neoyorquina Human Rights Watch (HRW) expresó en carta a Arzú "serias reservas" sobre la candidatura de Francisco Villagrán Kramer, quien fue vicepresidente de Guatemala entre 1977 y 1980 bajo el régimen del general Romeo Lucas García.

La oposición de HRW se debe "al alto nivel de responsabilidad política (de Villagrán) en un gobierno que violó sistemáticamente los derechos humanos más básicos".

El grupo también se refirió a la posterior alianza política de Villagrán con otro ex dictador militar, el general retirado Efraín Ríos Montt, y a sus recientes declaraciones públicas en favor de la ampliación de la pena de muerte en Guatemala.

Villagrán, quien renunció a la vicepresidencia en 1980 en parte como protesta por los asesinatos cometidos por el ejército y la policía, no alcanza a satisfacer los requisitos de la CIDH, expresó HRW en la carta, enviada a Arzú el jueves por la noche.

Según la carta orgánica de la Comisión, sus miembros "deben ser personas de gran integridad moral y reconocida competencia en el ámbito de los derechos humanos".

La CIDH, junto con la Corte Interamericana de Derechos Humanos de San José de Costa Rica, fue establecida por la Convención Americana de Derechos Humanos y forma parte de la Organización de Estados Americanos (OEA).

La Comisión tiene amplia jurisdicción para investigar la situación de los derechos humanos en los estados miembros de la OEA, así como casos específicos que le sean presentados por individuos y organizaciones no gubernamentales.

Así mismo, puede adoptar "medidas de protección" urgiendo a los gobiernos a proteger individuos o grupos amenazados, y también plantear casos ante la Corte Interamericana, donde actúa como fiscal.

"Realmente, la Comisión tiene un papel esencial en la protección de los derechos humanos en América", destacó Anne Manuel, directora asociada de Human Rights Watch/Americas.

La CIDH está integrada por siete miembros electos cada cuatro años por los estados miembros de la OEA. La actual Comisión, presidida por John Donaldson de Trinidad y Tobago, incluye miembros de Argentina, Chile, Colombia, Haití, Estados Unidos y Venezuela.

HRW señaló en su carta que Villagrán resultó electo como compañero de fórmula de Lucas García en comicios ampliamente denunciados como fraudulentos.

Su gobierno "agravó aún más la horrenda situación de los derechos humanos en Guatemala", ya que en él fueron asesinados por las fuerzas de seguridad numerosos sacerdotes, indígenas, abogados, sindicalistas, periodistas, académicos y figuras políticas, destacó HRW.

Entre los más notorios abusos ocurridos durante la vicepresidencia de Villagrán estuvieron los asesinatos "a plena luz del día, en las calles de la capital", de los líderes socialdemócratas de la época, Alvaro Fuentes Mohr y Manuel Colom Argueta.

En enero de 1980, fuerzas de seguridad incendiaron la embajada de España, que estaba ocupada por campesinos en protesta, y mataron a 39 personas, incluido el embajador y el padre de Rigoberta Menchú, laureada con el premio Nobel de la Paz.

Luego, el 1 de mayo de 1980, decenas de manifestantes fueron secuestrados y asesinados, al igual que 27 sindicalistas de la planta de Coca-Cola en Ciudad de Guatemala, seis semanas después.

Villagrán ofreció a HRW copias de cartas que escribió a varias autoridades en ese período expresando su preocupación por la situación, y destacó que incluso presentó un pedido de habeas corpus en representación de un grupo de sindicalistas.

El ex vicepresidente llegó incluso a temer por su propia vida y huyó en septiembre de 1980 a Washington, desde donde anunció su renuncia al cargo.

Pero esos hechos no excusan su conducta anterior, opinó HRW, ya que "su presencia como vicepresidente civil otorgó una apariencia de legitimidad extremadamente útil al gobierno militar, que se estaba convirtiendo en un paria a nivel internacional", dice la carta.

Ningún grupo defensor de los derechos humanos objetó nunca la nominación de un candidato a la Comisión desde su fundación, en 1959.

El director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth, y el director de Human Rights Watch/Americas, José Miguel Vivanco, destacaron en la carta que realizaron un profundo estudio de la carrera y las declaraciones públicas de Villagrán, e incluso mantuvieron una larga reunión con el propio candidato en Washington.

"Sinceramente lamentamos tener que hacer un pedido tan difícil a un gobierno que adoptó importantes medidas para mejorar la situación de los derechos humanos y puso fin a la guerra civil más larga de América mediante negociaciones de paz", escribieron a Arzú. (FIN/IPS/tra-en/jl/yjc/ml/hd/97

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