ESTADOS UNIDOS: Atacan al TLC para impedir su ampliación

Sectores aislacionistas de Estados Unidos incrementaron los últimos meses sus campañas de satanización contra México y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) para impedir su ampliación a otros países.

Aunque las autoridades mexicanas no se han mostrado particularmente entusiastas respecto de la posibilidad de extender el TLC al resto del hemisferio, podrían ser blanco de las críticas de sus detractores estadounidenses.

En medios políticos y académicos de México la intensidad de los debates locales sobre problemas internos,ante la elección general legislativa del 6 de julio no impide debatir sobre las relaciones con el poderoso vecino del norte.

Carlos Tur Donatti, experto de la Universidad Nacional Autónoma de México, dijo a IPS que Estados Unidos prepara todos sus recursos de presión, tanto los de la Casa Blanca como los del Congreso, tanto los demócratas como los republicanos.

Se pondrán en juego contra México la denuncia del narcotráfico y la corrupción, la inequidad y la pobreza social, el problema de las oleadas migratorias, así como las irregularidades y maniobras fraudulentas que puedan señalarse en el proceso electoral.

La posible pérdida de la mayoría parlamentaria propia por el gobernante Partido Revolucionario Institucional, por primera vez en la historia, "es capaz de generar problemas inéditos al bloque de poder en Estados Unidos respecto de sus relaciones con México", aseguró Tur Donatti.

Sostuvo que el simple hecho de tener que consensuar en la legislatura las diferentes posiciones de los tres principales partidos mexicanos, o al menos de dos de ellos, representará una seria dificultad antes inexistente.

El debate público sobre el tema a ambos lados del límite común de 3.200 kilómetros cobrará fuerza en junio y enfocará los más graves problemas mexicanos, que saldrán a luz pública con fuerza a raíz del período proselitista con vistas a los comicios.

Jim Cason y David Brooks, corresponsales del matutino mexicano La Jornada, citaron este sábado a una fuente del Capitolio según la cual los sectores proteccionistas no sólo criticarán la pérdida de empleos por el TLC sino las condiciones globales de México.

Ello incluye la incierta recuperación de la crisis económica iniciada en 1995, la aún cuestionada transición política y electoral hacia un régimen más democrático y los escandalosos casos de corrupción y de asesinatos políticos no esclarecidos.

Un arma de los opositores internos a la política gubernamental estadounidense de libre comercio, explican los analistas, es un proyecto de ley ante el Capitolio que pretende vincular al intercambio con el tema de derechos humanos y democracia.

Este mismo dilema (comercio libre versus democratización) es el que ha demorado varios años la firma de un acuerdo de libre comercio entre México y la Unión Europea.

El gobierno mexicano se niega terminantemente a incluir una cláusula que lo obligue de modo unilateral a cumplir requisitos impuestos sobre la base de un presunto modelo o esquema democrático válido para los países más desarrollados.

Fernando Solana, ex canciller y presidente de la comisión de relaciones exteriores del Senado de México, previó para fines de 1997 la firma del acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, pero no hubo confirmación al respecto.

En el Capitolio estadounidense, a partir de la semana entrante, se analizará el "informe de progreso" relativo a los tres primeros años de vigencia del TLC (1994-1996).

Lo presentará la oficina de la representante comercial de Estados Unidos, Charlene Barshefsky, designada por el presidente Bill Clinton, e incluirá textos entregados por las embajadas de los otros dos países miembros del tratado, Canadá y México.

Ante la creciente oposición que pudo detectar en el Congreso, el presidente Clinton decidió la semana que termina postergar hasta el otoño boreal el debate parlamentario sobre la "vía rápida" para negociar la ampliación del TLC a nuevos países.

Mike Dolan, representante de la organización proteccionista estadounidense Public Citizen consideró urgente ganar el debate sobre el TLC, o sea renegociarlo o sustituirlo, para frenar su ampliación a otros países, ante todo Chile y los del Mercosur.

"El modelo actual de libre comercio es malo, ya que para promover su expansión otorga demasiado a las empresas y los empresarios y no lo suficiente a los trabajadores en ambos lados de la frontera", aseguró Dolan.

Cason y Brooks aseguran que el debate sobre la política comercial también servirá de trampolín político en la lucha electoral del año 2000 para la sucesión presidencial en la Casa Blanca.

El tema es uno de los puntos principales en la precampaña del representante demócrata Richard Gephardt, quien podría ser uno de los principales retadores del actual vicepresidente Al Gore en la pugna por la candidatura presidencial demócrata. (FIN/IPS/emv/dg/if-ip/97

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