Los trabajadores hospitalarios del sector público de Ecuador, en paro desde hace 36 días, anunciaron hoy una huelga de hambre, mientras el gobierno advirtió que aplicará sanciones ejemplares.
El ministro de Salud, Guillermo Wagner, "tiene instrucciones precisas para no permitir que el pueblo siga padeciendo los efectos de una huelga que lo único que ha logrado es agravar los problemas de este sector estratégico del país", dijo este lunes el presidente provisional de Ecuador, Fabián Alarcón.
Esta es la primera huelga que enfrenta el gobierno de Alarcón, instalado en febrero, luego que el parlamento destituyera a Abdalá Bucaram.
El ministro comenzará a despedir "a aquellas personas que persisten en el intento de mantener la huelga", pues "el gobierno ya mostró que no desconoce las necesidades de los trabajadores, ya hizo propuestas, ya se sentó a dialogar, y no hay voluntad de avanzar a hacia una solución", afirmó Alarcón.
Carlos Cepeda, líder del Sindicato de los Trabajadores Profesionales de la Salud (STPS), que agrupa a 13.000 enfermeras, odontólogos, médicos y paramédicos, aseguró que no los "amedrentará ninguna resolución oficial".
Cepeda anunció este lunes que los miembros del sindicato que encabeza iniciarán una huelga de hambre indefinida, hasta que las autoridades atiendan sus demandas, que incluyen la firma de un nuevo contrato colectivo, mayor presupuesto y aumentos salariales.
Los 33 hospitales públicos de Ecuador siguen con las puertas cerradas, a pesar de que rige una ley de emergencia que faculta la intervención de las Fuerzas Armadas y la Policía para asegurar el cumplimiento de los servicios en los sectores considerados estratégicos. (FIN/IPS/mg/ag/ip/97