Miles de pequeños empresarios y comerciantes de Ecuador que comparten la experiencia de haber perdido sus bienes por embargos bancarios se han unido en el primer Club de Deudores de este país andino.
"Buscamos salvar al aparato productivo del país, que vive agobiado por la existencia de una banca usurera que ha crecido gracias a la falta de control legal hacia las entidades financieras", dijo a IPS Numa Ramírez, presidente del Club, que agrupa a unas 20 mil personas de todo el país.
El organismo surgió en la provincia de El Oro, 518 kilómetros al sudoeste de Quito, y de ahí son la mayoría de sus miembros, ya que "ha sido una de las regiones más golpeadas por la recesión económica", señaló Ramírez, quien además preside la Cámara de Comercio de la ciudad de Machala, capital de El Oro.
La provincia subsiste principalmente de la producción de banano y camarón, productos que a finales de 1994 sufrieron una drástica caída de precio en el mercado internacional. Esta situación se sumó a la crisis económica que el país vivió tras el enfrentamiento bélico con Perú, en el primer trimestre de 1995.
Desde entonces los diferentes sectores productivos de El Oro han intentado llamar la atención del gobierno nacional para que se decrete una ley de emergencia económica para la provincia, pero no han tenido éxito.
"La inestabilidad política, primero con la elección de Abdalá Bucaram como presidente a mediados de 1996 y luego por su destitución, en febrero, repercutió en los comerciantes y pequeños productores no sólo de esta provincia sino del país entero", consideró Víctor Torres, un joyero de Machala miembro del club.
Según Torres, la crisis económica ha provocado que miles de personas de otras regiones se unan al Club de Deudores, que cuenta con 38 subsedes en las 21 provincias del país.
"El problema de fondo son los altos intereses que la banca mantiene y que son superiores a 75 por ciento anual. Esto hace que muchos de nuestros afiliados deban el doble o más de lo que se les prestó y que tengan que pagar con sus bienes, casas, negocios o lo que sea", señaló.
"Nosotros perdemos todo y seguimos endeudados, es un círculo vicioso que no beneficia a nadie. Cuando se nos embargan nuestros únicos bienes no podemos seguir produciendo para pagar la deuda que se mantiene", agregó.
El Club de Deudores exige que el gobierno le otorgue líneas de crédito con bajos intereses, para que de esta manera puedan pagar sus deudas anteriores y enfrentar los nuevos créditos en mejores condiciones.
Asimismo, la agrupación propone una serie de reformas a la ley de instituciones financieras destinadas a proteger los derechos de propiedades de los deudores.
Hasta el momento logró cambiar aspectos de la ley, como la forma en que se realizaba la adjudicación de los bienes.
"Antes sólo bastaba que un juez de lo civil dictase la orden para que el banco embarcara los bienes en cuestión de unas horas, y ahora se tiene que realizar una investigación y agotar todos los recursos", apuntó Torres.
La Corporación Financiera Nacional (CFN) "nos ofreció créditos para solucionar el problema, pero los intereses continúan siendo muy elevados", de 35 por ciento, más un cinco por ciento adicional que retiene la CFN, indicó.
Para Ramírez, es necesario que el presidente interino Fabián Alarcón tome cartas en el asunto "de inmediato, porque la economía del país tiene que comenzar a despegar ahora, después de tantos traumatismos que ha sufrido".
Un estudio de la Corporación de Estudios para el Desarrollo destaca que la relación entre cartera vencida y cartera total de los bancos privados aumentó de 9,4 a 9,6 por ciento entre septiembre de 1996 y febrero pasado.
Para el analista Alfredo Arízaga, si se consideran los datos vigentes en otros países de América Latina, como Chile, donde la relación entre cartera vencida y total es de 2,6 por ciento, o Colombia, que reporta 2,4 por ciento, "se puede concluir que en Ecuador la situación es alarmante".
En México, por ejemplo, durante la crisis derivada del "efecto tequila" a inicios de 1995 esta relación llegó al 10,6 por ciento en su peor momento, apuntó Arízaga. Se considera que cuando la banca reporta un porcentaje de 15 por ciento está prácticamente en quiebra.
"Tenemos un fuerte asesoramiento de especialistas mexicanos que nos han trasmitido las experiencias que vivieron tras la crisis de su país", apuntó Ramírez.
Se trata "de llegar a acuerdos entre la banca, el gobierno y los deudores, pues nunca ha sido nuestra intención el desconocer los compromisos", precisó.
El analisa Walter Spurrier observó a su vez que por los elevados intereses que perciben los bancos se han visto obligados a adjudicarse bienes en pago, que son rematados muy por debajo de su valor real. El embargo "es un mal negocio para todos", concluyó. (FIN/IPS/mg/dg/if-pr/97