CUBA: Nuevo método abortivo beneficia a mujeres

El misoprostol, un medicamento inicialmente concebido para la prevención y el tratamiento de la úlcera gastroduedonal, se aplica con éxito en Cuba como un recurso para interrumpir el embarazo.

Más de 1.800 mujeres se han beneficiado en el país caribeño con el novedoso método, introducido hace algo más de un año como parte de un proyecto de colaboración entre instituciones científicas de la isla y España.

El hospital materno Eusebio Hernández, de La Habana, y la clínica Mediterránea Médica, de la ciudad española de Valencia, son las partes integrantes del programa, según trascendió este mes durante el X Congreso Nacional de Ginecología y Obstetricia.

Abelardo Velazco, director del hospital cubano, aseguró durante el encuentro que el misoprostol ha tenido una efectividad de 93 por ciento de los casos tratados y fue empleado con éxito en la inducción del parto en unas 40 embarazadas.

La legalización del aborto en Cuba data de 1965, cuando quedó establecido el derecho de la mujer a decidir sobre el número de hijos que desea tener y se consideró la interrupción del embarazo una medida para evitar la muerte o daños graves a la salud.

Al mismo tiempo, quedó prohibido interrumpir un embarazo sin el permiso de la mujer, permitir que un inexperto lo realice, hacerlo fuera de un hospital o cobrarlo una vez que el sistema de salud cubano es gratuito.

Fuentes del Ministerio de Salud Pública aseguran que en 1995 se realizaron 83.963 abortos en Cuba. Cada mil mujeres entre 12 y 49 años 25,9 acudieron al aborto, se interrumpieron 56,5 embarazos por cada cien partos y 33,9 por cada cien embarazadas.

Los abortos reportados por el sistema estadístico de salud disminuyeron en relación con la década de los 80, cuando, según cálculos académicos, ocho de cada diez embarazos se interrumpieron.

Expertos locales aseguran que el descenso tiene que ver más con la introducción de la regulación menstrual en la red asistencial cubana, lo cual impide contabilizar cuántas regulaciones de las que se realizan son realmente abortos.

La utilización del misoprostol en mujeres con un período de gestacion de nueve a 12 semanas podría reducir aún más las cifras de abortos inducidos e, incluso, las de las regulaciones menstruales.

El medicamento, que se aplica por la propia mujer vía transvaginal, produce la dilatación el útero y, por tanto, propicia la expulsión del feto con gran facilidad y en un corto período.

Además de disminuir en la mitad los gastos, el tratamiento es favorable a la salud de la mujer porque evita la anestesia, la dilatación del cuello del útero, la sepsis y perforación, que constituyen las principales causas de morbilidad y mortalidad.

De acuerdo con el cuarto informe de 1996 sobre el seguimiento del programa nacional de acción para el cumplimiento de los acuerdos de la Cumbre Mundial en favor de la Infancia, en 1995 murieron ocho cubanas a causa de abortos, para una tasa de 5,4 por 100.000 nacidos vivos.

La tasa podría estimarse en 1,4 si se tiene en cuenta que entre las fallecidas se incluyen seis por embarazo ectópico y sólo dos por recurrir al aborto provocado para interrumpir el embarazo, asegura el documento oficial.

Para finales de la década del 50 en Cuba se reportaban 120 muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos. Según el obstetra y ginecóloco Celestino Alvarez Lajonchere, el aumento de la muertes por abortos ilegales a inicios de los años 60 fue la causa de su legalización.

La Dirección de Estadísticas del Ministerio de Salud señaló que la mortalidad materna en Cuba pasó de 31,6 por 100.000 nacidos vivos en 1990 a 32,6 en 1995.

Entre las principales causas que provocaron las 48 muertes maternas reportadas en 1995 se indican la toxemia del embarazo y el puerperio, las complicaciones del embarazo, del parto y del puerperio, el aborto y la hemorragia durante el embarazo y el parto.

El informe sobre el Estado Mundial de la Población para 1995, del Fondo de Población de las Naciones Unidas, asegura que cada año se producen en el mundo unas 500.000 muertes maternas, de las cuales al menos 67.000 son causadas por abortos.

"La incidencia del aborto no puede abordarse exclusivamente como un problema de salud", asegura el estudio "Cuba: Transición de la Fecundidad", realizado por un equipo de expertos cubanos y asesores de las agencias especializadas de Naciones Unidas.

Expertos cubanos aseguran que el problema no radica en la legalización del aborto sino en que muchas mujeres acuden a él como un método anticonceptivo más sin tener en cuenta que es una opción excepcional y de alto riesgo.

Jorge Peláez, presidente de la Comisión Nacional de Ginecología Infantil y Juvenil, dijo a la agencia cubana Prensa Latina que alrededor de 60 por ciento de la regulaciones menstruales que se realizan en la isla se consideran interrupciones del embarazo.

"Sin embargo, es preferible este método al aborto, pues implica menos consecuencias negativas para la paciente, una baja morbilidad y un costo reducido", aseguró el especialista.

El misoprostol, aunque no siempre de resultado, es considerado aún más seguro por la ausencia total de manipulación con instrumental médico en el cuerpo de la mujer.

Durante el congreso de ginecología y obstetricia trascendió que ese producto se comercializa en 72 países y que según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) estudios realizados en Africa para tratar las hemorragias postparto arrojaron resultados alentadores. (IPS/IPS/da/dg/pr-he/97

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