COREA DEL NORTE: Se agrava crisis alimentaria, según Cruz Roja

La situación alimentaria de Corea del Norte es desesperada, advirtió Ole Gronning, representante de la Cruz Roja Internacional en Pyongyang, pero cuestiones políticas postergan la ayuda aguardada de Seúl.

Gronning, que supervisa las operaciones de asistencia a Corea del Norte, afirmó en Beijing que el hambre es masiva y muchos norcoreanos sobreviven con raciones de hierba silvestre y corteza de árboles.

Otras versiones se refirieron a niños moribundos, de vientre hinchado y piernas y brazos raquíticos, abandonados al borde de los caminos. Un comerciante chino aseguró haber visto en Corea del Norte a escolares "vacilantes como borrachos, debido al hambre".

Mientras, delegados de las oficinas locales de la Cruz Roja en Corea del Norte y del Sur finalizaron sin resultados el lunes en Beijing sus conversaciones acerca de la ayuda alimentaria de Seúl a Pyongyang.

Las dos partes, que volverán a reunirse en 10 días, interrumpieron su diálogo sin determinar el volumen de la asistencia esperada de Corea del Sur ni la forma en que esos alimentos serán distribuidos en el Norte.

El programa de ayuda alimentaria para los 24 millones de habitantes de Corea del Norte sería la primera acción conjunta de las dos Coreas desde el armisticio que en 1953 puso fin a los combates en la península.

Los representantes de la Cruz Roja de Corea del Norte se negaron a realizar el encuentro en la localidad fronteriza sudcoreana de Panmunjom, pues aceptar esa sede habría sido un implícito reconocimiento de la legitimidad del gobierno del sur.

También exigieron información específica acerca del volumen, la clase y el momento en que Corea del Norte recibiría la ayuda alimentaria del sur, arguyendo que necesitan esos datos antes de aceptar cualquier acuerdo.

Por su parte, los delegados de la Cruz Roja de Corea del Sur pretenden que la ayuda alimentaria ingrese en el norte por la frontera terrestre entre los dos países y los paquetes indiquen su procedencia.

Pero la aceptación de esas dos demandas es difícil, pues sería equivalente a la admisión de Pyongyang de que no puede alimentar a su propio pueblo y que su política de autosuficiencia se desmorona.

Pyongyang tampoco aceptó la pretensión de Seúl de distribuir a través de sus propios representantes la ayuda alimentaria en el norte y, en respuesta.

Ese forcejeo político se produjo entre informaciones de agravamiento del hambre en el norte, donde muchos niños mueren de desnutrición, enfermedades e inanición.

El Ministerio de Salud de Corea del Norte informó en abril que 134 niños murieron de desnutrición en 1996. Mientras, comerciantes chinos aseguraron al regresar de Corea del Norte que ha habido episodios de canibalismo en algunas aldeas remotas.

"La situación en Corea del Norte ha pasado en pocos meses de alarmante a desesperada", destacó Gronning en la apertura del diálogo entre los delegados de la Cruz Roja de las dos Coreas.

Algunos analistas temen que la crisis empeore si las cuestiones políticas continúan tiñendo las conversaciones sobre ayuda alimentaria.

"No intento cambiar la política de Corea del Norte, sino ayudar a su población", puntualizó Gronning.

La delegación de la Cruz Roja de Corea del Norte se rehusó a comentar las declaraciones de Gronning, pero admitió que la situación es crítica.

"Es claro que el país está a las puertas de un desastre humanitario de proporcionaes", declaró Catherine Bertini, directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PMA), al volver a Roma de un viaje a Corea del Norte.

Corea del Norte sufre escasez de alimentos desde hace tres años, debido principalmente al fracaso del sistema colectivista impuesto a los campesinos por el gobernante Partido Comunista y agravado por inundaciones en 1995 y 1996.

Los problemas de la agricultura del país comenzaron a conocerse a principios de esta década, cuando la desaparición de la Unión Soviética privó a Pyongyang de las generosas entregas de granos de Moscú.

Así mismo, se cree que el gobierno desvió recursos para alimentar y armar a su ejército, integrado por millones de hombres. Las dos Coreas permanecen técnicamente en guerra, ya que nunuca firmaron un tratado de paz para resolver el conflicto de 1950-1953.

Además, Pyongyang no puede aguardar asistencia especial de China, su viejo aliado. Beijing sólo ofreció 70.000 toneladas de granos en respuesta al pedido del PMA de ayuda alimentaria en gran escala para Corea del Norte.

Esa limitada respuesta contrasta con el decidido apoyo otorgado en el pasado por China a Pyongyang. Millones de soldados chinos cayeron en defensa de Corea del Norte durante la guerra, cuando la afinidad ideológica se imponía sobre toda otra consideración.

China cerró su frontera al paso de refugiados procedentes de Corea del Norte y, según se informó, devolvió a su país a varias personas que habían cruzado el fronterizo río Yalu.

Beijing invocó un tratado con Pyongyang que lo obliga a devolver a los desertores.

Pero los observadores señalaron que ese tratado bilateral fue ignorado de hecho en febrero, cuando el gobierno de China autorizó la salida del país de Hwang Jang Yop, uno de los principales ideólogos del Partido Comunista de Corea del Norte.

China permitió a Hwang, que se había refugiado en la embajada de Corea del Sur en Beijing, marcharse a Seúl a través de un tercer país, Filipinas. (FIN/IPS/tra-en/ab/ral/ff/ip/97

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