COMERCIO: UNCTAD, "el partido comunista de Naciones Unidas"

Disminuida, tal vez, pero viva, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) es como "el partido comunista de las organizaciones internacionales", dijo hoy su director general, Rubens Ricupero.

Y es que la UNCTAD, creada hace 30 años para cambiar las reglas desiguales del comercio mundial, se ocupa actualmente de la menos ambiciosa tarea de aminorar los efectos negativos de la globalización "sin traicionar sus ideales".

Bromea Ricupero, un veterano diplomático brasileño, pero no habla por hablar, ni tampoco por error.

Desde 1995 ha encabezado una agresiva y traumática reforma de la UNCTAD, que cambió sus objetivos, sus actividades y su burocracia, para convertirla en un instrumento de análisis y consulta técnica para los países en desarrollo.

Esas naciones, incluso las grandes como Brasil, dijo, suelen asistir a los encuentros internacionales con una "estrategia defensiva: saben lo que no quieren, pero no saben lo que quieren".

La UNCTAD se propone darles una "agenda positiva".

Cuando Ricupero asumió la dirección de la UNCTAD en septiembre de 1995, muchos consideraban que el organismo ya había perdido su razón de existir, ante la reciente formación de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Sin embargo, dijo el jerarca en un almuerzo con periodistas italianos, hoy "los países en desarrollo miran a la UNCTAD como los países ricos miran a la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Ecónomico)", que agrupa a las naciones más industrializadas.

Para los países pobres la falta de asistencia técnica tuvo repercusiones dramáticas en la negociaciones internacionales del GATT (Acuerdo General de Aranceles y Comercio), que condujeron a la creación de la OMC.

Mientras los estados industrializados tenían ejércitos de especialistas para cada tema en discusión, las pequeñas delegaciones de los países pobres no podían dar abasto, y a veces ni siquiera llegaban a saber todo lo que se negociaba.

En marzo, Ricupero convocó a un encuentro de expertos para analizar el caso ejemplificador de la reunión ministerial de la OMC, celebrada en Singapur en diciembre de 1996, en la que un punto menor de la agenda se convirtió en tema central.

Por un acuerdo entre Estados Unidos, Japón, Europa y Canadá, se improvisó repentinamente un acuerdo de profundas repercusiones, como la liberalización total, en cuatro años, de los productos de teconología informatica, tema para el que los países en desarrollo no iban adecuadamente preparados.

Ricupero considera que la UNCTAD es "complementaria" a la OMC, en el sentido de que la última es más una entidad jurídica que de estudios y análisis económicos, producto que la UNCTAD puede ofrecer.

Mientras la OMC se limita, por ejemplo, a proporcionar a los estados la información y las reglas del juego para ingresar, la UNCTAD ofrece una asesoría táctica y estratégica. "Hacemos nuestra la causa de países como China", dijo.

Según Ricupero, el tema más candente del panorama mundial del comercio es la potencial "marginalización y exclusión de países y continentes enteros de la arena comercial internacional", así como de importantes segmentos de la población en los países ricos.

Son la cara negativa del proceso de liberalización, que es objeto actualmente de iniciativas paralelas de varios estados y organismos, tales como la Unión Europea, Estados Unidos y Japón, así como de las Naciones Unidas, la OCDE y la OMC.

Ricupero urgió un acuerdo acerca de la terapia a aplicar a esta enfermedad ,"porque hay demasiados médicos y los pacientes son siempre los mismos".

Los males de la globalización, afirmó, se encuentran en las tendencias "salvajes" del liberalismo económico, y la respuesta es crear reglas que "equilibren la lógica de la competencia con la lógica de la solidaridad".

¿Nuevas palabras para un viejo discurso? Probablemente, pero con causas que siguen vigentes desde la época de las "ilusiones", como la llamó Ricupero, cuando Naciones Unidas (ONU) se proponía establecer un nuevo orden económico mundial a través de acuerdos entre los gobiernos.

Hoy, agregó, el tema central es detener la marginalización y promover la competitividad de los estados pobres por medio del estímulo a las pequeñas y medianas empresas.

La panacea de la inversión extranjera es un mito, dijo, porque se concentra en China (38 por ciento) y un puñado de economías emergentes en Asia y América Latina, mientras otros cien países reciben, todos juntos, apenas uno por ciento.

"Ciertamente esa no es la clave del desarrollo", subrayó Ricupero.

Durante sus dos días de permanencia en Italia (este jueves y viernes), se reunió con el presidente Oscar Luigi Scalfaro, con el primer ministro Romano Prodi y con el ministro de Relaciones Exteriores Lamberto Dini.

El nivel de sus encuentros refleja también el nivel de relaciones: Italia es el principal sostén económico de la UNCTAD, y -según un alto funcionario de la cancillería local- Roma otorga un importante respaldo político a su gestión.

Hace un año, recordó la fuente, cuando se inició la décima reunión de la UNCTAD en Midrand, Sudáfrica, Estados Unidos se preparaba para el funeral del incómodo organismo, y salió en cambio con el plan de reformas más radical de todo el sistema de la ONU. (FIN/IPS/ak/dg/if/97

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