La inflación se situará este mes en Chile alrededor de 0,4 por ciento, según un pronóstico de la Cámara de Comercio de Santiago que confirma la tendencia al descenso de ese indicador.
La predicción de la asociación empresarial es coincidente con las primeras senales emitidas para este mes por el Banco Central, que sugieren una sustantiva baja de la inflación respecto de la tasa de 0,8 por ciento de mayo de 1996.
El índice de precios al consumidor (IPC) llegó a 6,6 por ciento en 1996 y la meta del gobierno de Eduardo Frei es rebajarlo este año a 5,5 por ciento, para mantener la exitosa estrategia antinflacionaria.
El objetivo gubernamental fue cuestionado en los primeros meses de este año, al alcanzar el IPC a 0,5 en enero y 0,8 por ciento en febrero. Pero en marzo se comenzó a advertir un control de la situación, con un índice de 0,3 por ciento, frente a 0,7 por ciento en igual mes de 1996.
El panorama se tornó todavía más favorable el último mes, con un IPC de 0,3 por ciento, que se compara positivamente con el uno por ciento de abril de 1996.
La Cámara de Comercio de Santiago advirtió, no obstante, que a esta altura del mes los pronósticos de inflación tienen un amplio margen de error, pues la evolución futura del IPC depende de factores climáticos y del curso de la política monetaria.
Los precios de los alimentos y las tarifas de la energía eléctrica podrían tender al alza si persistiera la sequía que afecta a Chile desde 1995.
Las autoridades evaluarán a fines de este mes la posibilidad del racionamiento eléctrico. Los metereólogos advierten que las mayores posibilidades de precipitaciones se presentan para el segundo semestre, entre julio y agosto, hacia el final del invierno.
Ante las dificultades climáticas, la política crediticia y monetaria aparece como el mejor soporte de la estrategia antinflacionaria, pero el gobierno y el Banco Central se ven también forzados a revisar la política de ajuste.
La Cámara de Comercio de Santiago predijo, en una proyección de 12 meses, un crecimiento económico de cuatro por ciento, muy inferior al 7,6 por ciento de 1996.
Los industriales y los exportadores insisten en que las autoridades deben "aflojar" los controles crediticios y monetarios, bases del ajuste y de la política antinflacionaria, para estimular el crecimiento. (FIN/IPS/ggr/ff/if/97