La subasta de privatización de la Compañía Vale do Rio Doce (CVRD), la gran empresa minera de Brasil, comenzó hoy en la Bolsa de Valores de Río de Janeiro, pero fue suspendida algunos minutos después por una nueva medida judicial.
La interrupción ocurrió cuando la oferta alcanzó 30,2 reales (28,35 dólares) por acción, 13,23 por ciento por encima del valor mínimo fijado por el gobierno.
Eso significa que los dos consorcios que disputan la empresa están dispuestos a pagar por lo menos 3.200 millones de dólares por 45 por ciento de las acciones que están a la venta.
Fijada inicialmente para el 29 de abril, la venta de la CVRD se convirtió en la mayor batalla jurídica del Programa Nacional de Desestatización iniciado en 1991.
Más de 120 acciones de sindicatos, abogados e instituciones de las más variadas intentaron bloquear el proceso y muchas lograron fallos preliminares que impidieron la subasta durante la semana pasada. El gobierno logró anular la mayoría, pero otros eran emitidos enseguida.
La subasta empezó finalmente este martes a las 12:20 horas (09.20 GMT), después que el gobierno logró anular 30 acciones judiciales este lunes y en la mañana de este martes.
La decisión preliminar de un tribunal de Río de Janeiro prohibiendo la subasta llegó a la sede de la Bolsa 10 minutos después, cuando en las afueras se repitieron los conflictos callejeros de la semana pasada, con siete heridos entre policías, manifestantes y periodistas.
La nueva medida judicial fue pedida por la Asociación de los Empleados de la Compañía Vale do Rio Doce, argumentando que la subasta viola la Constitución y otras leyes brasileñas, además de afectar el patrimonio nacional, explicó el abogado Marcelo Cerqueira, que asesora el movimiento contra la privatización.
El gobierno pretende reanudar la subasta en las próximas horas o días. Para eso cuenta con centenares de abogados del departamento Abogacia General de la Unión y del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, órgano de fomento que gestiona el programa de privatizaciones.
Los dos consorcios que pretenden asumir el control de la empresa minera, mayor exportadora mundial de mineral de hierro, son encabezados por el mayor grupo industrial privado brasileño, el Votorantim, y la Compania Siderúrgica Nacional, mayor productora de acero, privatizada hace cuatro años.
En el primer consorcio participan la Anglo-American, de Africa del Sur, y siderúrgicas japonesas que tienen interés en asegurarse el suministro mineral de la CVRD. El segundo cuenta con el aporte de bancos estadounidenses y varios fondos de pensión brasileños.
La CVRD controla un enorme complejo de 50 empresas e infraestructura de transportes, con ferrocarriles y puertos, que tienen fuerte impacto en algunos sectores y estados de Brasil.
Su adquisición por cualquiera de los dos consorcios provocará el dominio casi monopólico de algunas ramas industriales, como siderurgia, aluminio y celulosa, además de minería, advirtió el Consejo Administrativo de Defensa Económica, órgano gubernamental que busca asegurar la libre competencia. (FIN/IPS/mo/ag/if/97