El policía serbobosnio Dusan Tadic, juzgado por crímenes contra la humanidad, era sólo un eslabón de una gran cadena que lleva a las más altas esferas del gobierno de Serbia, según los abogados del Tribunal Internacional de Crímenes de Guerra en la ex Yugoslavia.
"El resultado del esfuerzo internacional por la justicia no dependerá del juicio de subordinados como Dusan Tadic, sino de la detención de los autores materiales del genocidio bosnio, en particular de Ratko Mladic y Radovan Karadzic", advirtió Jean Paul Marthoz, de la organización Human Rights Watch, en Bruselas.
El tribunal halló culpable la semana pasada a Tadic de 11 de 31 cargos, entre ellos el asesinato de dos policías musulmanes "por persecución" (los sacó de una fila y los degolló) y la participación en otros 30 homicidios.
Desde el comienzo, la fiscalía intentó probar que los actos de Tadic formaron parte de un ataque sistemático de los serbios bosnios contra la población civil musulmana y croata de Bosnia.
Tadic era sólo un eslabón de una gran cadena, destacaron frecuentemente los miembros de la corte. Todas las huellas llevan al líder serbobosnio Radovan Karadzic y su jefe militar Ratko Mladic, y más allá, al presidente de Serbia, Slobodan Milosevic.
Fuera del tribunal, se manejaron miles de páginas de documentación que sustentan estos vínculos.
Pero la corte se manejó con un criterio diferente en el primer juicio colectivo por crímenes de guerra ante una corte internacional desde los juicios de Nüremberg y Tokio, en 1946.
Los llamados Cuatro de Celebici son un croata y tres musulmanes procedentes de la ciudad de Konjic, en Herzegovina, e integran una cadena de mando a cuya cabeza se encuentra el primer acusado, Zejnil Delalic.
Delalic era comandante del Primer Grupo Táctico del Ejército Bosnio y la más alta autoridad militar de la región de Konjic, donde se ubicaba el campo de detención Celebici.
Inmediatamente debajo de Delalic se sitúa el segundo acusado, Zdravko Mucic, comandante del campo; luego su suplente, Hazim Delic, y por último el guardián del campo, Esad Landzo.
Hasta ahora, las acusaciones contra estos hombres tienen que ver con actos salvajes hacia bosnios musulmanes, principales víctimas del conflicto de los Balcanes. Pero los Cuatro de Celebici no son serbios, sino croatas y musulmanes bosnios.
Ya en las acusaciones fiscales de Tadic y los Celebici hay una gran diferencia. Los Cuatro de Celebici fueron, igual que Tadic, acusados de graves violaciones a las convenciones de Ginebra.
Pero los cuatro no fueron acusados, como Tadic, de crímenes contra la humanidad, pese a su participación en actos similares o idénticos a los cometidos por aquél.
La calificación de actos específicos como crímenes contra la humanidad equivale a la afirmación de que tales actos forman parte de un ataque organizado y sistemático contra una población civil.
El juicio de Tadic se basó en este concepto. En su comienzo, dos expertos internacionales y más de 10 testigos declararon que los crímenes del policía fueron similares o idénticos a los cometidos sistemáticamente por otros acusados en toda Bosnia.
Al no acusar a los Cuatro de Celebici de crímenes contra la humanidad, el fiscal asumió que sus crímenes fueron actos fortuitos cometidos por individuos y no formaban parte de una política específica.
Los actos del croata y los tres musulmanes acusados, argumentó la fiscalía, constituyeron la excepción y no la regla.
Los siete ex prisioneros del campo Celebici que comparecieron a declarar como testigos contaron historias de violaciones, torturas y asesinatos similares o idénticos a las relatadas en el juicio contra Tadic por ex prisioneros de los campos de Omarska, Keraterm y Trnopolje, dirigidos por serbios. (FIN/IPS/tra-en/wr/ns/rj/ml/ip-hd/97) —— Este artículo llega a IPS por medio del "Institute for War & Peace Reporting", que publica la revista "Tribunal"
