Los partidos políticos coincluirán este viernes la más dura campaña electoral que se recuerde en Bolivia, por múltiples y cruzadas acusaciones de violación de derechos humanos y supuestos vínculos con el narcotráfico.
Hasta el presidente de la República, figura que tradicionalmente se mantiene al margen de la contienda electoral, terminó enlodado por su actuación directa en la campaña y una polémica fotografía publicada esta semana en la que aparece junto a un acusado de narcotráfico.
Las millonarias campañas electorales cesarán a la medianoche del viernes. El domingo los electores acudirán a las 16.409 mesas de votación.
Las encuestas otorgan una abrumadora ventaja a los distintos partidos favorables a la continuidad del modelo económico neoliberal.
El primer lugar en la preferencia de voto que desde principios de este año concedieron las encuestas al ex dictador militar (1971- 1978) Hugo Bánzer marcó el tono de la contienda electoral, en la que el tema de los derechos humanos ganó un protagonismo sin precedentes.
Bánzer, militar retirado que a sus 71 años tiene la posibilidad más clara de volver al poder por el voto popular, ha recibido los más duros ataques de adversarios políticos y organizaciones defensoras de derechos humanos, no sólo de Bolivia sino de países vecinos.
El premio Nobel de la Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel, en una carta publicada este miércoles en diarios de La Paz, alertó "fraternalmente" sobre lo que significaría el ascenso de Banzer al poder, por su responsabilidad en violaciones de los derechos humanos, injusticia y exilios durante su dictadura.
"Al general Bánzer le cabe, además, una complicidad casi directa con las atrocidades que sufrimos en Argentina y otras naciones del cono sur, durante los regímenes militares. Ningún pueblo que luche por la democracia puede aliarse con aquel que destruyó vidas y fomentó arbitrariedades", señaló.
La televisión fue uno de los medios más utilizados por organizaciones defensoras de los derechos humanos para difundir testimonios de familiares de desaparecidos durante la dictadura de Bánzer.
"General Bánzer, hace 25 años que no sé dónde depositar estas flores", decía la madre de un desaparecido en 1973 en imágenes de un "spot" televisivo en el que se la ve con un ramo de rosas en los brazos caminando por un cementerio.
Bánzer -ahora líder de la derechista Acción Democrática Nacionalista- nunca fue enjuiciado por los delitos cometidos bajo su dictadura.
El único intento de juicio no prosperó porque el impulsor de ese proceso, el líder socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz, murió asesinado el 17 de 1980 por orden del militar Luis García Meza, que ese día llegó al poder tras un sangriento golpe de Estado.
García Meza cumple ahora una condena de 30 años de prisión sin derecho a indulto en la cárcel de alta seguridad de Chonchocoro, en el altiplano de La Paz, por los crímenes y delitos económicos de su gobierno de 13 meses entre julio de 1980 y agosto de 1981.
En cambio, las acusaciones por relaciones con el narcotráfico afectaron principalmente al también ex presidente Jaime Paz Zamora (1989-1993), que al inicio de la campaña electoral aparecía en el segundo lugar de las preferencias de voto.
Pero tras una intensa campaña propagandística que recordó su amistad con el narcotraficante Isaac "Oso" Chavarría y el retiro de su visa de ingreso a Estados Unidos por supuestos vínculos con el narcotráfico, Paz Zamora terminó ubicándose en el cuarto lugar.
Investigaciones del parlamento boliviano establecieron en 1994 que "Oso" Chavarría financió una campaña electoral del partido de Paz Zamora, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
Como resultado de ese escándalo, el político Oscar Eid, brazo derecho de Paz Zamora, fue sentenciado a cuatro años de cárcel y Estados Unidos retiró la visa de ingreso a toda la cúpula del MIR.
El impulsor de las acusaciones contra Bánzer y Paz Zamora fue el Movimiento Nacionalista Revolucionario, partido del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, que en estas elecciones postula a la presidencia a Juan Carlos Durán.
A Durán también se le acusó, aunque con menor insistencia, de haber participado en la venta de precursores químicos utilizados por el narcotráfico, incautados durante el último gobierno de Víctor Paz Estenssoro (1985-1989), cuando el ahora candidato era ministro del Interior.
El candidato del oficialismo subió en las encuestas del quinto al segundo lugar. (FIN/IPS/jcr/dg/ip/97
