BANGLADESH: La niños obtienen participación activa en enseñanza

Tres años antes de la expiración del plazo que se fijó para universalizar la educación primaria, el gobierno de Bangladesh ha adoptado una nueva estrategia para mejorar la calidad de la enseñanza y evitar la deserción escolar, especialmente de las niñas.

Las autoridades resolvieron compartir con las comunidades rurales la gestión de la educación. Con ese objetivo, pidieron a estudiantes y padres y a los ancianos influyentes de las aldeas ayuda para conducir el ciclo primario y decidir los planes de estudio.

El proyecto, denominado IDEAL (aproximación a la educación para todos) fue lanzado hacia 1995 en un grupo de escuelas por la gubernamental División de Educación Masiva, y ya ha producido resultados.

La matriculación aumentó y la deserción escolar se redujo sustancialmente en los 2.000 centros de enseñanza en que se aplicó el plan.

Así mismo, por primera vez, los niños de Bangladesh pueden decidir qué y cómo aprender, un derecho incorporado a la Convención de Derechos del Niño, ratificada por este país en 1990.

"Hay que verlo en persona para comprobar el entusiasmo con que la gente adhiere al concepto de enseñanza que encierra el proyecto IDEAL. Todos colaboran en el funcionamiento de esas escuela", aseguró Selim Ahmed, del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Bangladesh, de 125 millones de habitantes, es uno de los países más pobres del mundo y tiene un serio problema de analfabetismo. Sólo 32 por ciento de las mujeres saben leer y escribir.

En todas las aldeas hay alguna escuela, administrada por el gobierno o por organizaciones no gubernamentales, y la matrícula llegó en 1996 a 92 por ciento. Pero la tasa de deserción permaneció elevada. Sólo llega a quinto grado uno de cada cinco niños que ingresan en la escuela primaria.

Funcionarios del gobierno se apoyan ahora en el proyecto IDEAL, que será introducido en todas las escuelas públicas, para fortalecer el sistema de enseñanza.

Un alto funcionario del Departamento de Educación también destacó que, al lograr la colaboración de la comunidad en la gestión de las escuelas, los planificadores del proyecto han asegurado la responsabilidad de los padres de los alumnos en cada centro.

El gobierno redobló la exigencia de las metas de educación para el 2000. Además de aumentar a 95 por ciento el objetivo de matriculación en enseñanza primaria, las autoridades pretenden asegurar que al menos 70 por ciento de los alumnos completen el ciclo inicial.

Otros objetivos son el mejoramiento de la calidad de la educación y la reducción de la brecha entre la cantidad de niños y niñas que finalizan la escuela.

Bangladesh intenta sensibilizar a los maestros en cuestiones de género, aunque todavía le resta mucho por hacer, observó UNICEF.

Al fijar para las mujeres un cupo de 60 por ciento de los puestos de maestro, el gobierno logró aumentar la cantidad de niñas que ingresan y finalizan la enseñanza primaria. El mejoramiento se logró por la expectativa abierta entre las niñas de lograr en el futuro trabajo como maestra.

"La disparidad de género en la matrículación en primaria ha virtualmente desaparecido", aseguró el gobierno, al presentar su informe al comité que vigila el cumplimiento de la Convención de los Derechos de la Infancia, que se reunirá el mes próximo en Ginebra.

La matriculación fue de 50 niñas cada 51 niños en 1994, frente a una proporción de 34-66 en 1980. Pero sólo un tercio de los graduados en primaria ingresan en enseñanza secundaria, y de ese total, únicamente 30 por ciento son niñas.

Como en India, las niñas son discriminadas en Bangladesh. En efecto, son las primeras en abandonar los estudios en caso de crisis familiar.

Otra razón es la ausencia de servicios higiénicos para mujeres en la mayoría de los centros. Las estudiantes de enseñanza secundaria son adolescentes y no pueden compartir los servicios con los varones.

Parte de los 72 millones de dólares entregados por UNICEF a Bangladesh para financiar el proyecto IDEAL se destinará a la habilitación de servicios higiénicos, renovar o reconstruir escuelas y colocar pizarrones en cada aula.

Un estudio realizado en 1994 por UNICEF y UNESCO (Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) comprobó que la mayoría de las escuelas de Bangladesh carecen de instalaciones básicas para favorecer la presencia de alumnos.

La educación primaria es obligatoria desde 1993. Los libros de texto son gratuitos y también se distribuyen sin cargo materiales para escribir. El gobierno también exoneró del pago de aranceles a las mujeres en los dos primeros años de enseñanza secundaria, y les otorga becas en los grados sexto al décimo.

Comparada con los países vecinos, las políticas de educación de Bangladesh son radicales y progresistas. El gobierno de Sheikh Hasina Wajed advirtió que está determinado a acabar con el analfabetismo. "No estaremos en condiciones de enfrentar los desafíos del siglo XXI si no constituimos una nación educada", dijo la primera ministra.

No obstante, los resultados son escasos, debido a que la inversión en desarrollo humano es en Bangladesh la menor de Asia meridional.

Bangladesh gasta sólo cinco dólares anuales por habitante en educación y salud, frente a 10 dólares en Pakistán, 14 en India y 150 en Malasia, según el informe de 1997 sobre Desarrollo Humano en Asia meridional.

Cerca de 80 por ciento de la inversión de Bangladesh en desarrollo está financiada por donantes extranjeros. La educación ha sido el área de mayor inversión, pero las prácticas docentes tradicionales y la ausencia de asignaturas para preparar a los niños para el trabajo difunden entre los padres la convicción en que la escuela es sólo para ricos.

Más de la mitad de los 125 millones de habitantes del país sobreviven en pobreza absoluta. (FIN/IPS/tra-en/ti/an/ff/ed/97

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