Las cifras son pasmosas. Unos 500 millones de personas viven en la absoluta pobreza, 260 millones carecen de servicios médicos básicos, 340 millones no beben agua potable, y 830 millones habitan en zonas sin saneamiento en el sur de Asia.
La región es la más pobre del mundo, numéricamente y en términos de proporción de pobres. Más de la mitad de los niños están malnutridos, mientras en Africa subsahariana la proporción es 31 por ciento.
Pero no todo está perdido, y expertos afirman que Asia Meridional tiene una ventana abierta a la oportunidad de enmendar la situación. Mejores relaciones bilaterales entre India y Pakistán, y medidas hacia una mayor cooperación regional mantienen las esperanzas.
El economista pakistaní Mahbub-ul Haq, ex ministro de Finanzas de su país y alto funcionario del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ahora director del centro de Desarrollo Humano (HDC) en Islamabad, adviertió que la etapa actual podría ser la última oportunidad de la región para poner fin a la miseria.
El HDC acaba de presentar su primer "Informe de Desarrollo Humano en el Sur de Asia-1997", siguiendo el modelo del informe anual del PNUD.
Según el informe, la discriminación contra la mujer comienza incluso antes del nacimiento, y un desglose por sexos de la población de la región revela que 74 millones de mujeres "simplemente están ausentes" por diversas causas de muerte.
El incremento anual de la población de 1.400 millones de Asia Meridional excede la población total de los 50 miembros más pequeños de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La divulgación de la encuesta se realizó tres semanas antes que los líderes de la Asociación para la Cooperación Regional del Sur de Asia (SAARC) se reúnan en su novena cumbre en Male, capital de Maldivas. SAARC agrupa a Bangladesh, Bhután, India, Maldivas, Nepal, Pakistán y Sri Lanka.
"El mensaje básico del informe es profundamente perturbador", dijo Haq en una entrevista con IPS en la capital de Nepal durante una gira para presionar a líderes de la región.
El sur de Asia "emergió como la región más pobre, más analfabeta, malnutrida y menos sensible a la cuestión de género del mundo". No obstante, añadió, si se realizan algunas reformas institucionales fundamentales, "el sur de Asia podrá convertirse en la Asia del este del siglo XXI".
En 1960, el nivel de desarrollo de países del este de Asia como Malasia, China, Tailandia e Indonesia no era muy distinto del de Asia meridional.
En los últimos 30 años, fuertes inversiones en educación y salud y un fuerte compromiso con la creación de empleos y el crecimiento económico permitieron el avance de los primeros. Pero los sureños continuaron languideciendo, para quedar incluso detrás que Africa subsahariana.
En lugar de invertir en áreas de seguridad humana como salud, educación, fortalecimiento de la mujer, nutrición y otros servicios sociales básicos, los gobiernos del sur de Asia se preocuparon más con la seguridad territorial, dijo Haq.
El gasto militar en la región aumentó 12 por ciento entre 1987- 1994, mientras en todo el mundo bajó 37 por ciento en el mismo período.
Haq se reunirá con los primeros ministros de India, I.K. Gujral, y Pakistán, Nawaz Sharif, antes de la cumbre de Male, para presentar su documento.
El experto en desarrollo se mostró optimista, en momentos en que "se registra una reducción de conflictos entre India y Pakistán", lo cual "impulsará una era de paz y cooperación en la región".
El informe de desarrollo humano de Haq prevé un plazo de 15 años para que los miembros de SAARC lancen medidas para mejorar la educación, los servicios básicos de salud y la condición de la mujer.
Esto no será barato. El informe estima que la región necesitará 130.000 millones de dólares para invertir en las áreas prioritarias, pero cree que es posible financiarlo reduciendo los presupuestos militares de la región.
Un recorte de los gastos de defensa de cinco por ciento durante 15 años dejaría unos 120.000 millones de dólares de ahorros. (FIN/IPS/tra-en/sp/kd/lp/dv/97