Las pequeñas economías latinoamericanas y caribeñas y el trato asimétrico que deberán recibir para poder participar en el Area de Libre Comercio de América (ALCA) es una de las mayores "papas calientes" para los ministros de Comercio de los 34 países embarcados en el megaproyecto de desgravación.
El tema es tan complejo que el grupo de trabajo que se ocupa de las economías más pequeñas del continente llega a la ciudad brasileña de Belo Horizonte, donde este jueves y viernes se reúnen los titulares de Comercio del ALCA, sin definir cuáles son los países especificamente involucrados en ese estrato.
América es un continente donde conviven la considerada superpotencia mundial y algunos de los países de economías más pequeñas del planeta, por lo que una apertura paritaria es inviable, coinciden en el ALCA.
Las cinco propuestas presentadas hasta ahora por grupos o países sobre cómo debe ser la negociación del ALCA se ocupan del tema, pero unos le dan un trato mucho más asimétrico que otros.
En un encuentro especial realiado en abril en la ciudad guatemalteca de Antigua, del grupo sobre economías más pequeñas, conocido en la jerga de ALCA por su sigla EMP, se admitió que los derechos y obligaciones serán comunes para los 34 países.
Pero subrayaron que habrá que ofrecer oportunidades que faciliten la integración de las EMP en el ALCA, decididas "caso por caso" y que incluyan aspectos como asistencia técnica, plazos más largos para cumplir los acuerdos y posibilidad de instrumentar las obligaciones a nivel subregional.
El ALCA fue una iniciativa de la primera cumbre hemisférica, realizada en Miami en diciembre de 1994, y esta es la tercera reunión ministerial de la etapa preparatoria, que debe culminar en marzo de 1998, cuando en la segunda cumbre americana, en Santiago, se lancen formalmente las negociaciones.
La negociación culminará máximo en el año 2005 según lo decidido en Miami, pero hay grupos como el Mercado Común del Sur (Mercosur) que aspiran a que la parte arancelaria se trate después, para dar tiempo a la consolidacion de su propia zona de libre comercio, que prevé desgravaciones posteriores a ese año.
Otros, como Estados Unidos, pretenden darle la máxima agilidad posible a la discusión y plantean que el acuerdo esté listo en el año 2003, mientras los hay que plantean aplicar de inmediato algunos acuerdos alcanzados antes, en inversiones y otros puntos.
Cifras suministradas por el Sistema Económico Latinoamericano (SELA), con sede en Caracas, indican que de los 34 países participantes en el ALCA -todo el continente menos Cuba- 26 tienen una población inferior a los 12 millones.
De esos 26, son 12 los que tienen menos de un millón de habitantes, siete cuentan con una población de entre uno y cinco millones y otros siete entre cinco y 12 millones.
Existen también cinco países con un salario anual per cápita de menos de 800 dólares y 16 con montos que van de 800 a 3.000.
Además, el continente tiene 10 países con un producto interno bruto inferior a 1.000 millones de dólares y otros 14 en que se mantiene entre 1.000 y 10.000 millones.
Territorialmente, hay siete países con un área de menos de 1.000 kilómetros cuadrados, y otros cinco entre 1.000 y 5.000 kilómetros.
Las naciones insulares del Caribe castellano, franco y anglohablantes tienen todas esas características, pero también países centroamericanos y algunos sudamericanos. Mientras que en el continente está la superpotencia económica mundial como Estados Unidos y países como Brasil, Canadá y México.
Esas asimetrias se agrandan con otros elementos que determinan a las EMP, como su elevada dependencia del comercio externo, la gran vulnerabilidad de las fluctuaciones de precios mundiales y de la demanda de sus productos, la mayoria primarios.
Tienen también una gran dependencia de los impuestos aduaneros para sus ingresos prespuestarios, limitados recursos humanos y técnicos, falta de diversificación productiva y un mercado interno pequeño, lo que se suma a extrema vlnerabilidad ante choques externos o ante desastres naturales.
Fuentes del SELA puntualizaron que consideran un error que se haya manejado el tema como las EMP, en lugar de crear un grupo para el tratamiento de las enormes asimetrias existentes, que fije plazos y apoyos técnicos y financieros diferenciados según el nivel de desarrollo.
El coordinador de la etapa preparatoria del ALCA, el venezolano Miguel Rodríguez Mendoza, indicó a IPS que todos los países, incluidos los de menor desarrollo relativo, plantean "un acuerdo único, aceptado como un todo por todos".
Pero precisó que no hay un reconocimiento conjunto de que habrá un trato especial para las EMP, "pero si está implicito y admitido que tendrán una mayor flexibilidad a la hora de asumir los compromisos".
Reconoció también que hay funcionarios importantes de países como Estados Unidos que no quieren reconocer lo indispensable del trato asimétrico, porque, llegan a aducir, que eso dañaria su competitividad comercial, y que a ellos sólo les indica que viajen a una nación como San Cristóbal-Nevis y después hablen.
La Comunidad Andina, que presentó la quinta propuesta sobre los mecanismos y objetivos de la negociación del ALCA, dice en un apartado especial sobre las EMP que éstas requieren especial antención para una "efectiva inserción en el proceso".
También demanda asistencia especializada para las EMP durante la negociación y considera indispensable "que se establezcan plazos diferenciados de desgravación, de acuerdo al nivel de desarrollo de los países del hemisferio".
Las otras propuestas fueron presentadas por Canadá, Estados Unidos el Mercosur y la anglohablante Comunidad del Caribe (Caricom), cuyos 13 países han sido destacados por Rodríguez por brindar el planteamiento más profundo y coherente de todos. (FIN/IPS/eg/dg/if/97