AMERICA LATINA: Paulo Freire, el maestro olvidado

El brasileño Paulo Freire, fundador de un método de educación "liberador y tercermundista", murió casi olvidado. Las generaciones más jóvenes de latinoamericanos prácticamente desconocen su obra, muy difundida en décadas anetriores.

Al entierro de Freire, fallecido el sábado pasado en Sao Paulo a los 75 años, no asistió su amigo, el presidente de Brasil Fernando Henrique Cardoso.

El mandatario no explicó su ausencia, pero analistas brasileños comentaron que Cardoso no quiso encontrarse con quienes fueron sus compañeros de ruta muchos años atrás: intelectuales de izquierda, partidarios de la Teología de la Liberación, dirigentes sindicales.

Freire fue secretario municipal de Educación de Sao Paulo entre 1989 y 19891, cuando la alcaldesa de la ciudad era Luiza Erundina Da Silva, militante del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT).

Y una bandera del PT junto a la de Brasil cubrieron el atáud con el cuerpo del maestro.

Freire mantuvo la adhesión a sus ideas de antaño, expresadas sobre todo en Pedagogía del oprimido, su libro clave de 1969 en el que ya rechazaba "la educación bancaria" fomentada desde los Estados y basada en una "acumulación de conocimientos" sin perspectiva crítica.

A esa visión opuso un método educativo "liberador", que inspiró campañas de alfabetización llevadas a cabo en varios países del Sur en desarrollo, en particular de Africa.

"No era un dogmático y estaba lejos de visiones que predominaban en la izquierda latinoamericana en los 60 y 70, como que la educación es siempre vehículo de opresión y de reproducción de la ideología dominante", comentó la educadora argentina Adriana Puiggrós.

"Freire descubrió que la educación tiene sus tiempos y espacios autónomos y postuló que podía confluir en la liberación del hombre"', agregó en un artículo publicado en el diario argentino Página 12.

Poco antes de morir, el educador brasileño había presentado su último libro, Pedagogía de la autonomía, que había sucedido a otro, Pedagogía de la esperanza.

En total, Freire, hijo de un padre policía militar espiritista y una madre católica, llegó a escribir 25 libros traducidos a 35 lenguas.

Según declaró a IPS el maestro catalán Miguel Soler, "Freire demostró que bajo determinadas condiciones el pueblo es capaz de autoalfabetizarse".

Soler es consultor de la Unesco, trabajó durante décadas como maestro rural en Uruguay y promovió planes de alfabetización en varios países de América Latina, en particular en Nicaragua en la época del gobierno sandinista (1979-1990).

"Al denunciar a la mala pedagogía como factor de dominación y opresión, al señalar los perjuicios de una acumulación 'bancaria' de conocimientos en detrimento del desarrollo de la capacidad crítica del educando, Freire puso los cimientos de sistemas educativos basados en la libertad, la creatividad, la conciencia de estar en el mundo para cambiarlo", agregó.

Para Soler, la verdadera alfabetización es posible atendiendo a las "necesidades y los planteos de la gente, de acuerdo a los países, las regiones, los lugares".

Si en América Latina se mantienen tasas muy elevadas de analfabetismo, no se debe a que "las masas no quieran aprender, sino a la subsistencia de estructuras económicas, sociales y culturales injustas, y de eso Freire era muy consciente", señaló.

El pedagogo brasileño era sin embargo muy poco conocido entre las generaciones más jóvenes de maestros de América Latina.

"Sus textos no se enseñan, apenas sabemos que existió un educador llamado Freire porque lo mencionan nuestros mayores", comentó una joven maestra de la provincia argentina de San Luis.

En el mismo sentido se expresó el ministro de Educación y Cultura de Uruguay, Samuel Lichtensztejn, para quien "hoy es imposible hablar de educación en América Latina en un momento de cambios en los sistemas educativos sin hacer referencia a Freire", pese a lo cual "no se lo conoce lo suficiente".

Refiriéndose también a la escasa difusión del pensamiento del pedagogo brasileño, una joven maestra uruguaya dijo al semanario Brecha de este país que sus pocos colegas que han leído algo de Freire lo han hecho "por fotocopias", ya que sus libros no se distribuyen en los centros de educación.

El sociólogo argentino Ricardo Testoni comentó a su vez que "hasta la izquierda" evita ahora hablar de Freire, no tanto por el contenido de su pensamiento, "que en el fondo continúa reivindicando", sino por su "consonancia, porque suena a viejo". (FIN/IPS/dg/jc/cr/97

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