Un acuerdo único e indivisible que será obtenido por consenso y permitirá la coexistencia con los acuerdos subregionales es el objetivo ya definido por los 34 países que buscan conformar el Area de Libre Comercio de América (ALCA).
Estos y otros puntos ya cuentan con la aprobación consensual, obtenida en sucesivas reuniones a nivel viceministerial, según el borrador de la Declaración Conjunta que será firmada el viernes por los ministros de Comercio y a la que accedió IPS.
El proyecto, redactado por la presidencia brasileña de los debates, recoge los avances logrados hasta la reunión de viceministros en Rio de Janeiro hace un mes.
Por ahora se trata sólo de definir cuándo, cómo, los objetivos, los enfoques y las modalidades con que se realizarán las negociaciones de fondo.
Un acuerdo sobre esas cuestiones previas es indispensable para que los presidentes anuncien el inicio del proceso negociador en la cumbre de marzo de 1998, en Santiago de Chile.
Sin perspectivas de acuerdo esta semana en Belo Horizonte, algunos puntos, como la negociación por etapas o de todos los temas simultáneamente, deben quedar para la próxima reunión ministerial, en febrero en Costa Rica.
El consenso como "principio fundamental del proceso decisorio del ALCA" es la primera de las "principales convergencias" que permitieron las cinco propuestas negociadoras, presentadas por Canadá, Estados Unidos, el Mercosur, la Comunidad Andina y el grupo caribeño.
Está definido también que el acuerdo final comprenderá compromisos y derechos que se asumirán bajo "la forma de un paquete global de resultados, único e indivisible", con "todas las áreas temáticas bajo negociación".
No se excluye "a priori ningún sector productivo", pero se admite "la posibilidad de tratamientos especiales a determinados productos", señala el borrador.
La coexistencia con los bloques ya existentes en América, como el Mercosur y la Comunidad Andina, es otro punto ya acordado, tal como la necesidad de "consistencia con los acuerdos de la Organización Mundial de Comercio" y de "reglas de origen claras y previsibles".
Habrá un Comité Directivo para las futuras negociaciones, que tendrán lugar en "un número reducido de localidades del hemisferio".
Otro acuerdo destacado es que 2005 será "la fecha a partir de la cual se inicia el cumplimiento de lo pactado en el futuro acuerdo sobre el ALCA".
Pero este tema generó dudas en la reunión de Rio de Janeiro.
El proyecto de la Declaración de Belo Horizonte "reitera" la decisión adoptada en la cumbre de Miami de 1994, donde se lanzó la idea "de concluir las negociaciones sobre el ALCA a más tardar en 2005". En este caso la vigencia del acuerdo se reportaría al 2006.
Este año de diferencia adquiere importancia porque la discrepancia central, que opone a Canadá y Estados Unidos de un lado y al Mercosur de otro, es sobre el ritmo de las negociaciones y el orden de los temas en discusión.
A los sureños les interesa eliminar las barreras no arancelarias, técnicas y políticas que dificultan sus exportaciones a Estados Unidos.
Por ello pretenden negociar esos temas en una etapa previa a la de la desgravación arancelaria, además de defender una actitud de "cautela y gradualismo" ante la prisa de los norteños.
La Declaración Conjunta de Belo Horizonte determina que los viceministros se reúnan por lo menos otras tres veces antes de la IV reunión de ministros de Comercio, en febrero de 1998, solicitando al pais anfitrión, Costa Rica, asumir la presidencia del proceso.
También fijó plazos para que los doce Grupos de Trabajo temáticos concluyan sus tareas sobre términos de referencia que ayudarán a las negociaciones. El grupo más reciente, sobre Solución de Controversias, y el más complejo, sobre Acceso a Mercados, deberán entregar sus informes a fines de 1998.
Los encuentros oficiales de Belo Horizonte se iniciaron este martes, entre los diplomáticos negociadores que dominan la reunión a nivel de viceministros y entre los casi 2.000 participantes del Foro Empresarial de las Américas.
El clima generado en los últimos dias por declaraciones de importantes autoridades no contribuye a la labor de búsqueda de consensos a la que se dedican los diplomáticos.
El presidente de Brasil Fernando Henrique Cardoso, que pronunciará un discurso ante la reunión el viernes, echó más leña al fuego al afirmar el lunes que es condición previa para el ALCA el fin de las restricciones comerciales estadounidenses como las que afectan a las exportaciones de su país.
Cardoso agregó que "la integración hemisférica depende mucho más de la capacidad de los países del Norte de abrir efectivamente sus mercados" y menos de la "disposición del Sur". (FIN/IPS/mo/dg/if/97