ZAIRE: Indigna a la ONU la actitud de los rebeldes de Kabila

Las organizaciones humanitarias de las Naciones Unidas (ONU) reaccionaron hoy con exasperación ante la negativa de los rebeldes zaireños a facilitar el socorro a los refugiados ruandeses en el este de Zaire.

El Alto Comisionado de la ONU para los refugiados (ACNUR) calificó de "completamente inaceptable" la situación de más de 80.000 refugiados de origen hutu.

Los refugiados deambulan por las selvas del sur de Kisangani bajo "amenaza de morir de hambre", afirmó Pamela O'Tolle, vocera de ACNUR.

Las organizaciones humanitarias ignoran dónde se encuentran los refugiados. ACNUR constató que unos 30.000 refugiados del campamento de Biaro y 55.000 de Kasese "fueron obligados a huir".

La representante del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), Marie Heuzé, expresó consternación ante la negativa de acceso a las organizaciones humanitarias para atender a los refugiados que están actualmente "atrapados entre Kisangani y Ubundu".

Heuzé sostuvo que los planes de la Alianza de Fuerzas Democráticas para la Liberación de Congo-Zaire (AFDL), el grupo rebelde comandado por Laurent-Desiré Kabila, "son de que (los refugiados) regresen a Ruanda por la misma vía que usaron para huir, por carretera".

El punto de partida de la operación de retorno organizada por la Alianza sería la población de Ubundu, indicó la vocera de UNICEF.

Por esa razón, los refugiados hutus se esconden en la selva y evitan acercarse a Ubundu. "Les queda la elección entre una muerte incierta en las selvas y una muerte cierta en Ubundu", comentó Heuzé.

Las organizaciones humanitarias de la ONU comparten la idea de favorecer el retorno de los refugiados a Ruanda, pero discrepan en cuanto a los medios.

El estado deficiente de salud de la mayoría y las perspectivas inciertas de acogida durante un trayecto terrestre favorecen la vía aérea para el traslado, afirmaron.

Los refugiados pertenecen en su mayoría a la etnia hutu acusada de haber perpetrado el genocidio de la población tutsi mayoritaria en Ruanda, en 1994.

A su vez, los rebeldes de Kabila, que controlan ya casi dos tercios del territorio zaireño, nutrieron sus filas con combatientes tutsis radicados al oriente de Zaire cuando iniciaron en octubre pasado la ofensiva contra el dictador Mobutu Sese Seku.

La portavoz del Programa Alimentario Mundial (PAM), Christiane Berthiaume, evaluó que "conociendo el estado de salud (de los refugiados), no pueden sobrevivir. Están expuestos a una muerte lenta y cruel".

Berthiaume estimó que "hablar de solución final no es exagerado". Con la expresión "solución final" se identificó al plan ejecutado por el régimen de Alemania nazi de eliminación de las comunidades de judíos y de otras minorías en Europa.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró este viernes que "es preocupante" la situación sanitaria de las poblaciones y en especial de los refugiados, tanto en las zonas controladas por la AFDL como en el territorio que aún domina Mobutu.

El cólera y otras enfermedades se han expandido por el país, según datos obtenidos por los centros epidemiológicos de la OMS.

Los casos de cólera, registrados durante todo el año en Kinshasa, la capital controlada por Mobutu, aumentaron en las primeras semanas de abril, con tasas de mortalidad que a veces superaron el 10 por ciento.

La situación parece haber mejorado recientemente, pero la preocupación persiste debido a la ausencia de un sistema organizado de salud, dijo la OMS.

Hasta el 19 de abril, en Kasese, un campamento de refugiados cerca de la ciudad de Kisangani, al este del país, el número de casos acumulado en el año ascendió a 550, con 67 decesos.

Tres casos de cólera, con dos fallecimientos, aparecieron en Biaro, otro campamento ubicado a 40 kilómetros de Kisangani.

Un grupo especial contra el cólera fue creado en la zona, con participación del Responsable Sanitario Regional de la AFDL en Kisangani, de epidemiologistas de la OMS y de los Centros para el Control de las Enfermedades de Atlanta, Estados Unidos, y de un coordinador médico del ACNUR.

En la región de Kisangani han reaparecido otras enfermedades endémicas como diarrea hemorrágica, meningitis, paludismo y sarampión.

En Mbandaka, a orillas del rio Zaire, la epidemia de cólera se mantiene y ya ha causado 302 casos, con 19 decesos.

En Lubumbashi, desde el 24 de marzo al 13 de abril, la OMS detectó siete casos de meningitis con dos fallecimeintos, cinco casos de cólera con un muerto, siete de sarampión y 27 de fiebre tifoidea. (FIN/IPS/pc/ag/hd-pr/97

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