El gobierno de Serbia afirma que su aún no aprobada ley de privatizaciones es un atajo hacia la recuperación económica, luego de años de ostracismo y sanciones internacionales por su participación en las masacres en Bosnia- Herzegovina.
"Una ley de privatización es fundamental. La mayoría de los países de Europa oriental ya pasaron por este proceso, por lo que no hay muchas ideas nuevas al respecto", dijo el nuevo ministro de Restructura Económica, Milan Beko.
Pero el proyecto de ley presentado la semana pasada, que prevé una gran venta pública de acciones de las compañías, no procura privatizar sino mantener las riquezas del país en manos de los aliados del presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, según la mayoría de los expertos serbios.
"No basta con decir 'aquí están las acciones, cómprenlas'. La gente común no puede comprar nada, y menos acciones. El proyecto favorece a la élite gobernante y a los actuales administradores de las empresas estatales", dijo Milic Milovanovic, uno de los más prestigiosos economistas serbios.
La iniciativa, que seguramente será aprobada por un parlamento que meramente refrenda las decisiones de Milosevic, no tiene en cuenta la posibilidad de compra por parte de extranjeros.
Las compañías del estado serbio "no son en absoluto atractivas para la inversión extranjera", explicó Milovanovic.
Serbia instauró un sistema de libre mercado mucho antes del caos económico que devino con la imposición de sanciones internacionales.
El proceso de privatizaciones fue iniciado en 1990 por Ante Markovic, el último primer ministro federal de la antigua Yugoslavia. Luego, la secesión y la guerra redujeron la vieja federación a Serbia y a la vecina república de Montenegro.
El gobernante Partido Socialista de Serbia (PSS) neutralizó o revocó las leyes de Markovic para mantener la posesión de los activos públicos en manos del estado, o, más bien, de su sector político.
El estado reafirmó su control sobre 44 por ciento de la economía serbia entre 1991 y 1994. Entonces, se argumentó que el motivo era la defensa de la industria nacional contra la libre empresa desaforada y las megacorporaciones.
Hoy, la retórica es diferente, pero la intención es la misma: mantener todo bajo el control del estado.
La iniciativa es "eficiente, estimulante, justa y, sobre todo, comprendida por la población", dijo el primer ministro Mirko Marjanovic, uno de los más estrechos aliados de Milosevic. Pero la mayoría de los observadores independientes opinan exactamente lo contrario.
"La privatización no es un fin en sí misma. Se la aplica para crear una economía de mercado eficiente o para recaudar fondos extra con el objetivo de mantener el sistema en funcionamiento. Es obvio que la finalidad, en este caso, es la segunda", dijo el economista Veselin Vukotic.
El proyecto plantea la venta de acciones de una lista de empresas estatales, para lo cual sus empleados gozarán de descuentos de hasta 70 por ciento.
La mitad del dinero así obtenido se destinará a un nuevo fondo de desarrollo empresarial. El resto se repartirá entre un fondo de pensiones y otro para respaldar la generación de empleo.
Los empleados tendrán prioridad en la compra de acciones. Sus hijos y los trabajadores retirados les seguirán en la lista.
Se prevén tres rondas de ventas de acciones. Las que permanezcan sin vender se colocarán en el mercado de valores. El gobierno no fijó un cronograma completo, pero expertos independientes afirmaron que el proceso insumiría siete años.
También alertaron que el valor real de las empresas es un misterio. No hay cifras confiables ni organismos que puedan estimarlas. Ni siquiera se previó solución alguna para la controvertida propiedad de bienes "nacionalizados" por el régimen comunista cuando comenzó en 1945.
La eventualidad de inversión extranjera ni siquiera es mencionada en el proyecto de ley. Este aspecto será abordado en una norma separada, denominada Ley de Concesiones, según el gobierno.
"Es obvio que todo volverá al estado o caerá en manos de los gerentes que ya manejan esas empresas. Ningún extranjero será tan estúpido de invertir aquí después que echen un vistazo", dijo el experto Milan Kovacevic.
"Ni siquiera el título de la ley dice "privatización'. Se llama 'Ley sobre Restructura de la Propiedad', lo cual indica claramente que la privatización no es obligatoria", observó Miodrag Zec, del Instituto de Economía de Belgrado.
El comentarista de asuntos económicos Jovan Rankovic argumentó que el solo hecho de que se pretenda vender a los empleados bienes sin valor bordea el fraude alevoso.
"Si se venden las acciones y se obtiene un poco de dinero por ellas en un largo período, ¿para qué venderlas? Parece que el estado quiere estafar a los trabajadores, decirles que van a obtener algo de valor a un precio de ganga", manifestó Rankovic.
"Los trabajadores deberían saber que renunciarán a sus ahorros por nada. La mayoría de las empresas están a punto de caer en bancarrota", agregó.
La coalición opositora Zajedno también sospecha de las intenciones del gobierno, debido a la cercanía de las elecciones presidenciales y parlamentarias previstas para este año.
"Está fuera de duda que el dinero que se obtenga con esas transacciones será usado para generar una estabilidad social temporaria en los próximos meses, con fines electoralistas", dijo Aleksandra Posarac, portavoz de Zajedno.
"Los trabajadores serán robados otra vez por este estado. Reclamamos al gobierno que retire este proyecto y elabore uno completamente nuevo y diferente", manifestó, por su parte, Dragan Milovanovic, portavoz de la Asociación de Sindicatos Independientes y Libres.
Un déficit comercial de 2.200 millones de dólares, una caída de los ingresos reales a alrededor de 100 dólares mensuales en términos reales y meses de retrasos en los pagos de beneficios sociales son indicadores que ilustran la crisis económica de Serbia.
Beko y Marjanovic afirman que el proyecto será sometido ahora a un "debate público más amplio", para lo cual, según los medios de comunicación independientes, cuentan con las emisoras de televisión estatal bajo control total del gobierno.
Los noticieros televisivos ya hablan de una ley que será "histórica". (FIN/IPS/tra-en/vpz/rj/mj/ip if/97