El Frente Polisario, reconocido por 75 estados como gobernante de Sahara Occidental, urgió al representante de la ONU en ese país a presionar a Marruecos para que acepte un arreglo pacífico del antiguo conflicto.
"Esperamos que el señor James Baker utilice su experiencia para reunir al Frente Polisario y a Marruecos ante una mesa de negociaciones", expresó Kamal Fadel, representante en Gran Bretaña del Frente Popular de Liberación de Saguia al Hamra y Río de Oro, llamado Frente Polisario.
Fadel expresó su confianza en que Baker, ex secretario de Estado de Estados Unidos, pueda acabar con la parálisis de 21 años en el conflicto de este país del noroeste africano reclamado por Marruecos.
La guerra de Sahara Occidental, una ex colonia española que limita con Marruecos, Mauritania, Argelia y el Océano Atlántico, estalló en 1975. Tras dos años de combates, los españoles se retiraron, cediendo dos tercios de la colonia a Marruecos y el resto a Mauritania.
Mauritania se retiró en 1979, dejando a Marruecos enfrentado al Frente Polisario. "Para mantener su gobierno en Sahara Occidental, Marruecos construyó un muro más largo que la Gran Muralla China, custodiado por 200.000 soldados", dijo Fadel.
Los intentos de Marruecos por aplastar al Frente Polisario sólo intensificaron el conflicto, que causó la huida de 165.000 personas a la vecina Argelia.
En un intento por encontrar una solución pacífica a la disputa, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) promovió en 1988 un referendo para que la población local optara entre la independencia y la anexión a Marruecos.
Originalmente, el referendo debía realizarse en 1992, pero fue pospuesto varias veces y los saharauis siguen sin lograr registrarse para los comicios.
"Los observadores de la Misión de la ONU para el Referendo de Sahara Occidental (MINURSO) siguen en su lugar, pero la libertad de expresión, asociación y movimiento de los ciudadanos continúa restringida", sostiene un reciente informe de la organización de derechos humanos Amnistía Internacional.
"Sigue sin conocerse la suerte de cientos de saharauis que 'desaparecieron' en años anteriores, varios prisioneros liberados en 1991 continúan sujetos a restricciones, y algunos fueron detenidos nuevamente", dice el informe.
Amnistía Internacional solicitó a las autoridades de Rabat que tomen "medidas positivas" como la liberación de prisioneros de conciencia y la eliminación del uso de la tortura en Sahara Occidental.
El rey Hassan de Marruecos había dejado en claro que no renunciará a Sahara Occidental, según representantes del Frente Polisario.
El pueblo de Sahara Occidental está decepcionado por la incapacidad de la ONU para organizar el referendo, expresó Fadel, "pero la designación de Baker en marzo redujo la inquietud… porque es visto como un político importante que proviene de la nación más poderosa del planeta".
Baker fue designado como mediador en el conflicto por el secretario general de la ONU, Kofi Annan, y la semana entrante viajará a Marruecos, Argelia y probablemente Mauritania para reunirse con las autoridades.
Annan solicitó a Baker que analice la situación para decidir si la ONU debe continuar mediando en el conflicto o, de lo contrario, que sugiera otras opciones, según informes de la prensa de Washington.
"Lo único que puedo decir es que haré mi mayor esfuerzo", declaró Baker luego de reunirse con Annan.
Hasta el momento, 75 países reconocieron a Sahara Occidental como estado independiente. El reconocimiento internacional aumentó en los años 70 después del ingreso del territorio a la Organización de Unidad Africana (OUA), de la que Marruecos se retiró posteriormente.
"Esperamos que Baker retome la cuestión del referendo para que el Frente Polisario y Marruecos puedan resolver la disputa de una vez por todas", manifestó Fadel.
Los refugiados en Argelia desean desesperadamente un acuerdo pacífico, sostuvo Fadel, quien retornó el pasado lunes de una visita a los campamentos.
"El pueblo saharaui ha sufrido mucho. Pertenecemos a una generación que, desde la ocupación de Marruecos hace 21 años, sólo conoce la vida desde la perspectiva de refugiados. La próxima generación sólo podrá salvará del mismo destino con medidas concretas y positivas", advirtió.
Los refugiados, la mayor parte del pueblo saharaui, dependen de la ayuda internacional. (FIN/IPS/tra-en/mn/rj/aq-ml/ip/97