Un rehén y los 19 guerrilleros que ocupaban la residencia del embajador de Japón en Lima habrían muerto hoy, según información extraoficial, en la sorpersiva operación de rescate lanzada por las fuerzas de seguridad peruanas.
Las primeras informaciones aseguraron que los 72 rehenes habían sido rescatados ilesos, pero una emisora de Lima afirmó que hay un muerto entre ellos. Otras fuentes, también extraoficiales, afirmaron que la víctima es en realidad un miembro del grupo militar de asalto.
La misma fuente aseguró que todos los militantes del MRTA fueron muertos por las fuerzas de asalto.
Unos 150 militares y policías asaltaron a las 20:20 GMT el dificio diplomático y a las 21 proclamaron su victoria, arriando la bandera del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), que flameó durante 127 días al tope de un mástil en el lugar.
A las 22 GMT no se conocía aun información oficial sobre la suerte de los 19 guerrilleros, que el 17 de diciembre tomaron el edificio diplomático para dar lugar a la crisis de los rehenes.
El canciller Francisco Tudela, cautivo del MRTA, fue evacuado por los soldados en camilla, según pudo verse en imágenes transmitidas por la cadena de televisión estadounidense CNN.
También se confirmó el rescate de los embajadores Jorge Gumucio, de Perú, y el Morihisa Aoki, de Japón, el ministro de Agricultura de Perú, Rodolfo Munante, y Santiago Fujimori, hermano del presidente Alberto Fujimori.
Por lo menos 12 rehenes fueron conducidos con heridas en brazos o piernas hacia las ambulancias, y el cuerpo cubierto por una sabana de una persona, cuya identidad se trataba de ocultar, parecía confirmar la versión de que hubo al menos una víctima entre los cautivos.
El presidente Fujimori se presentó en el lugar a las 21.15 GMT, 15 minutos después de que los efectivos participantes en el asalto anunciaran su victoria.
Las fuerzas de seguridad entraron en el edificio a través de los jardines y ocuparon en primer lugar el segundo piso del edificio, donde se hallaban recluidos los diplomáticos y funcionarios de mayor rango entre los rehenes del MRTA.
El ataque comenzó con la voladura de una pared del edificio y en los 40 minutos siguientes se escucharon ocho explosiones, mientras columnas de humo ascendían desde el lugar.
Varios soldados heridos fueron extraidos en camilla por sus compañeros.
El asalto se produjo minutos después de que el embajadador de Canadá en Perú abandonara la residencia diplomatica, luego de conversar probablemente con el líder del comando guerillero, Néstor Cerpa.
Cerpa habría insistido en su rechazo a liberar pacíficamente a los rehenes y salir a algun pais extranjero bajo prortección diplomática.
Según fuentes oficiales, el embajador canadiense, miembro de la comisión de garantesa que mediaba en las conversaciones entre Cerpa y el gobierno peruano, ignoraba los preparativbos para el asalto, y su misión fue la última oportunidad concedida a los insurgentes. (FIN/IPS/al-ff/ip/97