El presidente Alberto Fujimori podría enfrentar otro ataque frontal contra su administración: el cuestionamiento de las ventajas obtenidas supuestamente por Perú en la recompra de papeles de la deuda comercial, por los que pagó 5.220 millones de dólares.
La deuda peruana a la banca extranjera alcanzaba a 10.555 millones de dólares, considerando el principal y los intereses acumulados por el prolongado cese de pagos en que incurrió este pais.
Según el ministro de Economía, Jorge Camet, la recompra de la deuda comercial produjo un ahorro de 5.335 millones de dólares, equivalente a una reducción del 50,6 por ciento, y se realizó progresivamente desde 1994.
Con esta operación, el gobierno de Fujimori resolvió casi totalmente el problema heredado de su antecesor, el socialdemócrata Alan García, quien declaró una moratoria unilateral de pagos que cerró a Perú las fuentes externas de crédito, mientras la deuda crecía por intereses.
Para sacar a Perú de la "lista negra", Fujimori pagó y refinanció la deuda con los organismos multilaterales y los gobiernos acreedores, y el 7 de marzo pasado firmó un acuerdo con el Fondo Monetario (FMI) y el Banco Mundial para cancelar el resto de su endeudamiento a largo plazo.
La explicación presentada el jueves por Camet ante el Congreso sobre la forma en que se efectuó la recompra de títulos no satisfizo a la oposición, que señala dudas sobre su transparencia e inquietudes respecto de su impacto social.
El parlamentario izquierdista Manuel Lajo observó que su incorporación al llamado Plan Brady, de reducción de la deuda comercial, compromete a Perú a pagar alrededor de 300 millones de dólares anuales entre 1997 y 2002, que subirán a 550 millones de dólares a partir del 2003.
"Para pagar esa cantidad habrá que reducir (aun) más los gastos públicos ya deprimidos, estrechar el cinturón en programas sociales, recortar presupuestos en salud y educación y despedir a más empleados publicos", advirtió Lajo.
"La factura del Plan Brady será muy alta, tomando en cuenta que el servicio de la deuda a los organismos internacionales y gobiernos acreedores pasará de 1.200 millones de dólares, monto de 1996, a 1.600 millones en el presente año", agregó.
El legislador señaló que el Plan Brady tuvo un costo inicial para Perú de 1.460 millones de dólares.
"Camet basa su optimismo en el cumplimiento de los compromisos de pago contraídos mediante el plan Brady en un crecimiento anual del producto bruto de cinco por ciento, lo que me parece difícil de conseguir", comentó el economista Manuel Romero, quien fue ministro de Industria en la administración de García.
Además de cuestionar el impacto ecónomico y social de la recompra y del Plan Brady, la oposición también cree detectar falta de transparencia en una operación que movió más de 5.000 millones de dólares.
"No se podrá saber si se produjeron anormalidades en la recompra hasta que Camet no precise en qué momento exacto se efectuaron las operaciones", puntualizó el analista Julio Espíndola.
Espíndola explicó que las dudas sobre presuntas irregularidades se deben a que el valor en el mercado de los papeles de la deuda comercial peruana evolucionó de menos de cuatro por ciento en 1991 a más de 100 por ciento en marzo.
Como en la mayoría de los contratos de crédito se estipula que el estado deudor no puede comprar los papeles de la deuda a su precio de mercado, la operación tuvo que hacerse a través de un agente intermediario.
Camet aseguró que no fue contratado ningún agente para comprar los papeles de la deuda, pues las operaciones las realizó el Banco de la Nación, lo que despeja en parte la suspicacia de haber favorecido a algún intermediario.
En varias oportunidades, Camet desmintió que Perú estuviera recomprando su deuda comercial, una operación que se mantuvo oficialmente en secreto hasta ser revelada la semana pasada.
El ministro explicó que la reserva era necesaria para evitar que la cotización de los papeles subiera explosivamente.
"Sin embargo, la recompra era conocida en los medios financieros, porque es imposible de ocultar que alguien está comprando papeles de deuda por ese monto", destacó el economista independiente Hugo Aquino.
La operación se conocía en los medios financieros, y por eso la cotización de los papeles peruanos "se elevó como espuma" en los últimos tres años, dijo Aquino. (FIN/IPS/al/ff/if/97