PARAGUAY: Banco Mundial presenta sombrío panorama agrícola

La pobreza campesina crece en Paraguay a contracorriente de las parcialmente asumidas reformas económicas prometidas por el presidente Juan Carlos Wasmosy, según estudios académicos locales y del Banco Mundial.

Más de 80 por ciento de la población rural de Paraguay vive en la pobreza y casi 55 por ciento en pobreza crítica, de acuerdo a una investigación realizada por el sociólogo Pablo Sauma para la Facultad Nacional.

Esto fue corroborado por un informe del Banco Mundial elaboradodo el año pasado, cuyos resultados fueron divulgados en Asunción a mediados de este mes.

El organismo multilateral señaló que Paraguay adolece de carencias estructurales graves, entre las que mencionó la falta de mano de obra calificada, deficiente infraestructura, ausencia de créditos flexibles y a bajo costo, alta burocracia, incertidumbre política y mal desempeño del Poder Judicial.

El informe del Banco Mundial, elaborado en base a una encuesta realizada a unas 243 empresas privadas locales entre octubre y diciembre, subraya que la pobreza creciente en el campo se debe a dos factores básicos: la falta de créditos blandos y la ausencia de mano de obra calificada en el sector.

Los créditos otorgados a los pequeños y medianos agricultores no llegan a la mayoría de la población rural, que se dedican principalmente al cultivo del algodón, indicó el economista agrícola Oscar Rodríguez Campuzano.

Esto se debe a que más de 70 por ciento de los pequeños agricultores o no cuentan con parcela propia o su propiedad ya fue hipotecada.

Los productores paraguayos se dedican al cultivo de algodón y soja, principales rubros de exportación, responsables de 70 por ciento del total de divisas que ingresan al país.

A la prácticamente inexistente línea de financiamiento al agro se suma el de los plazos excesivamente cortos, lo que desestimula las inversiones en el sector. El 47 por ciento de los créditos llega sólo a un año y los intereses son similares a los de los destinados al comercio: 34 por ciento en moneda local.

Otro de los principales obstáculos que enfrenta el sector agrícola, según el Banco Mundial, consiste en la falta de mano de obra calificada. Además, la mayoría de los agricultores utiliza todavía elementos de la época colonial, como el arado tirado por bueyes y el sistema de riego manual.

La escasa disponibilidad de servicios en Paraguay es otro factor que atenta contra el despegue del sector agrícola.

"Las empresas del sector exportador -en su mayoría dedicadas a la exportación de materia prima de soja y algodón- están sustancialmente más afectadas por la falta de y las pobres condiciones de infraestructura", sostiene el informe del Banco Mundial.

"Lo más problemático es la baja calidad y disponibilidad limitada de los servicios de telecomunicaciones", añade.

El informe señala que más del 50 por ciento de las empresas encuestadas mencionó la falta de servicios de telecomunicaciones. Paraguay tiene una de las más bajas densidades telefónicas de América Latina, con sólo 3,1 por cada 100 habitantes.

Las empresas agrícolas fueron las que se reportaron como más afectadas por la falta de infraestructura y el 16 por ciento de las mismas la consideró un grave problema.

La escasez y malas condiciones de las rutas en Paraguay es otra de las graves deficiencias apuntadas por el informe del Banco Mundial, ya que menos de 10 por ciento están pavimentadas y sólo hay 32 kilómetros de carreteras por cada 1.000 habitantes.

Las rutas de tierra se vuelven a menudo intransitables luego de las lluvias, lo que dificulta enormemente el traslado de los productos de exportación durante las zafras, ya que la totalidad sale de las regiones de producción en camiones.

La ausencia de políticas que hagan frente a esta situación atenta contra la estabilidad en el campo en Paraguay. En los últimos cinco años los campesinos realizaron más de siete medidas de fuerza, marchando sobre Asunción en demanda de medidas urgentes que mitiguen la creciente pobreza.

La migración campo-ciudad se incrementó en los últimos cinco años en más de 35 por ciento. Sin embargo, las ciudades tampoco pueden dar respuestas a estas carencias de la población, creando un cinturón de indigentes en las afueras de la capital paraguaya.

La delincuencia, concluye el informe del Banco Mundial, se ha incrementado en los últimos años. La situación ha sido identificada como muy grave en las áreas rurales, donde se han incrementado el abigeato y las invasiones de propiedades para la extracción de madera. (FIN/IPS/ct/ag/if/97

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