El sindicato del instituto de antropología de México acusó al tenor italiano Luciano Pavarotti de hacerse cómplice del deterioro de reliquias mayas y de la explotación de grupos indígenas al aceptar cantar en las ruinas de Chichén Itza.
El concierto, que reunirá el día a 19 a cerca de 18.000 personas en una las más famosas zonas arqueológicas de México, ubicada en la penísula de Yucatán, es un afrenta para los pueblos nativos, según el sindicato de profesores e investigadores del estatal Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
"¿Sabe usted, señor Pavarotti, que al dar un concierto en una de las más antiguas ciudades mayas se vuelve cómplice de un gobierno y de un grupo de multimillonarios que por décadas se han dedicado a aniquilar a los descendientes de los mayas?", preguntó el sindicato en una carta enviada al artista.
El espectáculo, bautizado "Voces de Chichén Itzá", será transmitido en vivo a 219 países.
Los organizadores -autoridades y agencias de turismo con apoyo de varias firmas dedicadas a promover espectáculos- aseguran que el concierto no afectará las ruinas y que el dinero a recaudarse será empleado en programas de desarrollo y conservación arqueológica.
Sin embargo, el sindicato del INAH afirma que la presentación de Pavarotti afectará las ruinas, que cada mes reciben a más de 50.000 visitantes.
Según los sindicalistas, los descendientes de la antigua civilización maya, que construyó hace más de cinco siglos el famoso complejo arquitectónico de Chichén Itzá, no tendrán ningún beneficio del concierto.
Explicaron que los nativos no participan ni usufructúan el manejo turístico de esa reliquias, famosas por el Templo de los Guerreros -una construcción flanqueado por 1.000 columnas-, una impresionante pirámide y la más grande cancha de "Juego de Pelota" maya de Mesoamérica.
Los organizadores rechazan las críticas y afirman que el concierto dejará ganancias por unos 300 millones de dólares gracias a la ocupación de hoteles en los alrededores de la zona, donde hay numerosos atractivos turísticos como playas, selvas y antiguas ciudades coloniales.
Las entradas al concierto cuestan entre 50 y 1.500 dólares. Poco más de la mitad de los boletos fueron ya adquiridos por extranjeros.
Al concierto asistirán entre otros Oscar Arias, Premio Nobel de la Paz y ex presidente de Costa Rica, y George Bush, predecesor de Bill Clinton en el gobierno de Estados Unidos.
En la península de Yucatán, y al igual que en otras zonas de México, los indígenas descendientes de grandes culturas cuyas obras son ahora admiradas por los turistas están socialmente marginados. (FIN/IPS/dc/ff/cr/97
