Los responsables estadounidenses en materia de lucha contra el narcotráfico e inmigración se reunieron con sus contrapartes de México para limar asperezas y preparar la visita del presidente Bill Clinton, el 6 y 7 de mayo.
Barry McCaffrey, jefe de la oficina de política contra las drogas de Estados Unidos, y Doris Meissner, comisionada del Servicio y Inmigración de Naturalización, definieron entre miércoles y jueves con autoridades locales el contenido de varios de los documentos que firmaría Clinton en México.
El presidente estadounidense quiere trabajar con México en un ambiente de cooperación y respeto a la soberanía, dijo McCaffrey.
En las últimas semanas, las relaciones entre los dos países, socios junto a Canadá del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) se vieron alteradas por el proceso de certificación y la entrada en vigor de nuevas leyes migratorias en Estados Unidos.
México recibió la certificación antidrogas en marzo en medio de una polémica por la implicación de militares con los carteles del narcotráfico y las críticas del Congreso de Estados Unidos a la actitud del gobierno del presidente Ernesto Zedillo hacia los narcotraficantes.
Luego vino la aplicación de la ley de migración, que políticos y funcionarios mexicanos calificaron de xenófoba y pidieron su anulación, tras denunciar que podría provocar una expulsión masiva de indocumentados de Estados Unidos.
"Deseamos que la visita de Clinton sea fructífera, segura y en un ambiente de cordialidad, por eso las reuniones con los funcionarios estadounidenses", señaló un portavoz de la cancillería de México. (FIN/IPS/dc/ag/ip/97