En Brasil y China se encuentran dos de las principales trabas comerciales del Mercado Común del Sur (Mercosur), un bloque que, según avanza en su desarrollo, también debe buscar soluciones para situaciones inesperadas.
Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay intentaron infructuosamente el martes en Asunción superar el conflicto causado por las restricciones financieras que el gobierno brasileño impuso a las importaciones.
Mientras, China advirtió que las relaciones diplomáticas que Paraguay mantiene con Taiwan dificultan la ampliación de su comercio con el bloque.
Así, desde diferentes áreas geográficas, políticas y jurídicas, los cuatro países sudamericanos comenzaron a imaginar los caminos para sortear las dos situaciones.
La discusión en la capital paraguaya demostró que el poder de Brasil, el mayor socio del Mercosur, puede resistir con firmeza la ofensiva de los restantes.
Las restricciones a la financiación de las importaciones impuestas por Brasil el 25 de marzo generaron fuertes reacciones de Argentina, Paraguay y Uruguay, que denuncian pérdidas de importancia en varios sectores y pretenden que los brasileños dejen sin efecto las medidas para el bloque.
Las 14 horas de discusión no permitieron vislumbrar avances de significación y las negociaciones se presentan "entre difíciles y muy difíciles", según el ministro de Economía de Paraguay, Carlos Facetti.
A poca distancia del lugar de debate, también reunida en Asunción, la Comisión Parlamentaria Conjunta del Mercosur recomendó a Brasil la revocación de su medida, debido al "nefasto resultado" que provoca a sus socios.
A esas presiones se sumaron los gremios de industriales de Argentina, Paraguay y Uruguay, que fustigaron la medida. Pero sus críticas aparecen mitigadas en un comunicado conjunto con sus colegas de Brasil.
El vicepresidente de la Confederación Nacional de Industrias de Brasil, Dagoberto Godoy, consideró que un pronunciamiento público duro podría ser un lastre para el desarrollo de las negociaciones, y el comunicado final se limitó a señalar que las restricciones brasileñas "no ayudan" a consolidar el bloque.
Pese a la ofensiva lanzada desde varios ángulos contra su posición, Brasil se mantuvo firme.
Las trabas al financimiento de las importaciones permiten reducir el costo financiero del comercio en Brasil, limitan la especulación financiera y buscan impedir el crecimiento de un déficit comercial que en el primer trimestre de 1997 llegó a 2.400 millones de dólares.
Por el momento no hay resultados a la vista. Los negociaciadores de los cuatro paises acordaron volver a reunirse a mediados de junio y no se descarta una reunión presidencial en procura de una solución política, si el debate técnico no prospera.
El ministro brasileño de Economía, Pedro Malán, aseguró que su gobierno analizará posibles mecanismos de flexibilización, pero no mencionó la posibilidad de elimiar las restricciones para el Mercosur.
Su colega uruguayo, Luis Mosca, presentó un informe jurídico en el que contradice a Brasil, al señalar que si otorga excepciones dentro del Mercosur no viola los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
En los antípodas, Beijing hizo saber al presidente uruguayo Julio Sanguinetti que los vínculos de Paraguay con Taiwan obstaculizan las tentativas de ampliación del comercio del Mercosur con China.
Esa realidad no escapa a los gobiernos de Argentina, Brasil y Uruguay, pero se requiere "gran delicadeza y mecanismos diplomáticos" para superarla, según un funcionario uruguayo.
El canciller interino de Uruguay, Carlos Pérez del Castillo, dijo este jueves que los restantes países del Mercosur no pueden intervenir en las decisiones internas de Paraguay, aunque admitió que los cuatro socios dialogaron sobre la cuestión en varias ocasiones .
La decisión "le corresponde a Paraguay", indicó Pérez del Castillo, al desvirtuar versiones que indicaban que Uruguay había iniciado gestiones sobre el asunto ante el presidente paraguayo Juan Carlos Wasmosy.
La delegación empresarial que acompañó a Sanguinetti a China logró ampliar las posibilidades de exportación de productos uruguayos a ese país, al concretar una primera venta de carne vacuna.
"La fruta madura cae del árbol pero no cae en la boca. La fruta está madura, pero hay que acercarla a la boca", dijo Sanguinetti citando un proverbio chino con el también pareció alentar a Paraguay a salir en busca de ese mercado. (FIN/IPS/rr/ff/if/97