Los presidentes de Argentina y Brasil coincidieron en remarcar que ambos países siguen en el barco del Mercosur, pero autoridades económicas argentinas admiten que la cumbre no arrojó resultados óptimos y los empresarios continúan en conflicto con el socio mayor del bloque.
En diálogo con IPS, el economista Arnaldo Bocco consideró que en la cumbre del fin de semana hubo "exceso de retórica y muy pocos avances".
"Argentina sigue a la cola de Brasil, que tiene un predominio total sobre el Mercosur", añadió. De manera similar se manifestaron los empresarios.
"Debemos poner el énfasis en el cumplimiento de lo firmado, no podemos seguir en un tobogán dejándonos avasallar por Brasil y aceptando parches como si se tratara de soluciones", criticó este lunes el dirigente fabril Jorge Blanco Villegas, presidente de la Unión Industrial Argentina.
Blanco recordó que las medidas de Brasil, que eliminó la financiación de las importaciones, incluso las provenientes de países del bloque, "están afectando ya a las exportaciones argentinas".
También introducen dudas sobre la seriedad en el manejo del Mercosur ante los inversores externos, agregó.
Ni la promesa del presidente Fernando Henrique Cardoso, que se comprometió a evitar sorprender a los socios con nuevas medidas unilaterales, fue considerada una garantía. "Ahora al menos nos van a avisar, pero eso no significa que puedan seguir adoptando medidas contrarias a lo que se firmó", dijo Blanco.
El presidente Carlos Menem había logrado arrancarle a Cardoso el domingo el compromiso público de que cualquier medida que adopte uno de los países del bloque la comunicará previamente a sus tres socios, para evitar sorpresas desagradables.
La medida de Brasil fue objetada por ARgentina, Paraguay y Uruguay, que se reunieron inmediatamente en Brasilia. Buenos Aires consiguió entonces que se fije un período de 120 días para la resolución, que se otorguen 89 días para la financiación para las exportaciones que superen los 40.000 dólares.
Pero luego la posición argentina se endureció y el gobierno decidió asistir la semana última a la reunión de ministros de Economía del bloque con la propuesta de que Brasil excluya definitivamente a sus socios de la medida restrictiva del comercio.
El ministro de Economía de Argentina, Roque Fernández, admitió este lunes que el acuerdo alcanzado en la reunión de ministros, que estableció un cuarto intermedio hasta el 30 de junio "no fue óptimo sino el mejor posible".
"Tenemos dudas de si es una medida anticomercial o financiera", dijo el ministro. Hasta hace una semana, la posición argentina señalaba que la medida brasileña era anticomercial y violaba el Tratado de Asuncóin que creó el Mercosur en 1991.
Brasil, en cambio, sostuvo siempre que era sólo una medida financiera.
Los ministros de Economía se reunirán a fines de junio para elaborar mecanismos financieros para las importaciones que no generen consigo perjuicios a Brasil, que enfrenta este año una perspectiva de déficit comercial superior a los 15.000 millones de dólares.
Fernández reconoció que será difícil encontrar una alternativa crediticia para reemplazar el actual esquema impuesto por Brasil, pero consideró necesario intentarlo, y también estudiar más puntualmente cuáles son los rubros de comercio que se perjudican con estas medidas.
En la cumbre del fin de semana, los mandatarios trataron otros capítulos pendientes de la agenda como por ejemplo el tema automotor. Argentina consiguió que se acepte un cupo de 100.000 unidades de exportación a Brasil de cuatro terminales no radicadas en ese país.
Brasil obtuvo una reserva de 50.000 unidades de otras dos compañías allí radicadas. En cambio, no hubo avances en el contencioso referido a los incentivos y subvenciones que otorga Brasil a las inversiones de automotrices extranjeras que se instalen en su territorio.
Bocco consideró que los cupos de automóviles ya estaban acordados antes de la cita de presidentes, y que los otros temas sólo avanzaron en el discurso, no en los hechos.
Los laboratorios argentinos, que haca largo tiempo protestaban por las demoras de Brasil en aprobar los medicamentos argentinos que ingresan a su mercado -el examen duraba hasta tres años-, consiguieron que se comprometa a enviar al Congreso un proyecto de ley urgente modificando el trámite.
Argentina también obtuvo el aval para participar en las licitaciones para la compra y provisión de energía eléctrica de Brasil, y ofreció garantas para el ingreso sin restricciones de neumáticos brasileños.
En cambio Brasil se mantuvo firme en las restricciones al comercio de lubricantes -que monopoliza la estatal Petrobrás- y de azúcar.
Prometió también que en 90 días formará una comisión para que discuta los perjuicios sonoros del sobrevuelo de helicópteros sobre las Cataratas del Iguazí, un tema que preocupa desde hace ya dos años a los argentinos. (FIN/IPS/mv/dg/if/97)