MERCOSUR: Disconformidad con Brasil persiste en Uruguay

Los exportadores uruguayos se manifestaron hoy disconformes ante las excepciones de Brasil a las medidas de restriccion de sus importaciones, que obligaron al Banco Central de este país a acelerar su adhesión a un convenio regional.

Un portavoz de la Unión de Exportadores de Uruguay dijo a IPS que si bien los cuatro estados miembros del Mercosur (Mercado Común del Sur) han conformado una unión aduanera, Brasil, el mayor socio comercial del bloque, continúa "marcando el compás al son del cual baila el resto".

Brasil resolvió la semana pasada en forma unilateral obligar a los importadores a pagar al contado los bienes adquiridos en el exterior que eran financiados en plazo inferior a 360 días.

Sólo exceptuó de la disposición las compras de petróleo u derivados y las importaciones por valor inferior a 10.000 dólares.

Argentina, Paraguay y Uruguay reaccionaron, y Brasil aceptó un régimen especial para sus tres sus socios.

El acuerdo, negociado por Argentina y Brasil y extendido a Paraguay y Uruguay, exonera a los importadores brasileños de productos del bloque de la obligación de pagar al contado compras hasta 40.000 dólares.

También abre el camino para financiar esas importaciones hasta 90 días con base en los convenios de crédito recíproco contemplados por la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi).

"Esto es igual para nosotros que para el resto del mundo. Brasil es avaro y nos contempla bastente mal", dijo Julo Franco, asesor de empresas y de la Cámara Mercantil.

Franco argumentó que hay empresas que realizan exportaciones por menos de 40.000 dólares, pero destacó que un camión de productos lácteos -uno de los principales rubros de venta local a Brasil- carga mercaderías por valor de 70.000 dólares.

"Habría que dividilo en dos y aumentar el costo operativo, pero también afecta a los textiles, que ya están concretando negocios de ropa de verano hasta 120 días, por lo que no existe un horizonte claro para el exportador ni el importador", explicó.

De acuerdo con las estimaciones de los exportadores, sólo 32 por ciento de las ventas de Uruguay a Brasul se beneficiarán de las excepciones duispuestas.

Uruguay exportó a Brasil en 1996 por valor de 831 millones de dólares, una cantidad equivalente al 34,7 por ciento de las ventas totales de este país.

En el mismo período, el sector textil uruguayo exportó a Brasil bienes por 39,9 millones de dólares, y el lácteo, por 107,6 millones.

La situación también dejó en evidencia fallas burocráticas del gobierno uruguayo y generó un enfrentamiento entre el presidente del Banco Central, Humberto Capote, y el director para asuntos internacionales del Banco Central de Brasi.

El temor cundió entre los exportadores cuando Franco informó que Uruguay quedaba fuera del acuerdo por no haber adeherido al protocolo de solución de controversias de Aladi.

Ante la avalancha de llamadas a su despacho, Capote convocó el juevs a una conferencia de prensa, para admitir que Franco tenía razón. Pero puntualizó que Uruguay tomó "hace algún tiempo" la decisión de "adherirse" al protocolo de Aladi.

"No necesitamos autorización de nadie", dijo Capote, en alusión a Franco, e informó que ya se ha comunicado a la secretaria de Aladi la adhesión uruguaya.

La situación provocada por Brasil también tuvo impacto en el movimiento sindical uruguayo. La central obrera PIT-CNT reclamó "profundizar la estructura institucional" del Mercosur para "tratar este tipo de situación antes de que la misma se transforme en una crisis".

El PIT-CNT decidió consultar con las restantes centrales sindicales de la región, porque estas situaciones no ayudan "a fortalecer la capacidad de negiociación (conjunta) de nuestros países en el escenario internacional", en particular con relación al Area de Libre Comercio de las Américas.

La crisis no está resuelta, ya que algunos expertos pronostican que los problemas seguirán sucediéndose.

Jorge Jauri, del semanario Brecha, argumentó este viernes que la solución negociada por Argentina y Brasil distiende la situación en el corto término, pero a mediano y largo plazo, "la estabilidad del desarrollo nacional en el Mercosur ha vuelto a ser cuestionada".

Jauri dijo que la actitud brasileña y la reaccion de los demás socios "revela la endeblez real del bloque regional. Brasil está comenando a tener problemas para los cuales no se avizoran soluciones que puedan llegar a tiempo de evitar consecuencias graves".

A su juicio, no alcanza con las promesas, porque Brasil "seguirá privilegiando siempre su estabilidad y mantendrá necesariamente su independencia operativa, de la cual se han de seguir desprendiendo medidas" como la que originó la crisis. (FIN/IPS/rr/ff/ip if/97

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