Malasia está dedicada a aprobar a gran velocidad una serie de "leyes cibernéticas" que le permita atraer inversiones que conviertan al país en un punto central del comercio en el sector informático.
El parlamento aprobó en el actual período de sesiones, que comenzó el 24 de marzo, varias "leyes cibernéticas" referidas a crímenes informáticos, firmas personales digitales, protección de la propiedad intelectual y desarrollo de la "telemedicina".
Estos fueron los primeros pasos para el establecimiento de un marco regulatorio que sirva de respaldo a las empresas que se insertarán en el proyecto de Super Corredor de Multimedios (MSC), que ocupará un territorio de 50 por 15 kilómetros al sur de Kuala Lumpur.
Esta iniciativa es impulsada por el propio primer ministro de Malasia, Mahatir Mohamad, quien lo percibe como un paraíso de alta tecnología que convertirá a Malasia en el peso pesado de la informática del sudeste de Asia.
Las empresas que se ubiquen en el MSC contarán con incentivos, tecnología de avanzada y adiestramiento para su personal, lo que, según los planes, lo convertirán en el destino obligado de cientos de firmas del sector de multimedios e informática.
Pero antes de eso Malasia deberá demostrar a los potenciales inversores que respeta las normas sobre propiedad intelectual. Esa es una de las razones por la que se aprobaron "leyes cibernéticas" antes incluso de que puedan ser implementadas.
Entre los planes del gobierno figura el establecimiento de una "corte cibernética", la primera de esa naturaleza en el mundo.
Las "leyes cibernéticas" harían de Malasia "el principal punto de referencia 'on-line' (de conexión inmediata a través de una red informática) para crímenes" cometidos en ese ámbito, según fuentes oficiales.
El líder opositor Lim Kit Siang preguntó cómo Malasia puede tener la primera "corte cibernética" del mundo "cuando su sistema judicial aún no llega al nivel de los de otros países que ya cuentan con sistemas electrónicos de administración".
Mustafa Annuar, profesor de comunicación de masas, sostuvo que "las nuevas leyes tienen la intención de convencer a los inversores de que Malasia protege los derechos de autor en sus negocios".
Además, agregó, "protegen a los participantes internacionales del MSC y los alienta a radicarse" en el país asiático.
Pero las "leyes cibernéticas", si se aplican estrictamente, beneficiarían, en especial, a autores occidentales de programas cuyas creaciones cuestan mucho dinero a los usuarios del mundo en desarrollo, dijo Mustafa.
El gobierno planteará otras dos "leyes cibernéticas", una sobre convergencia de multimedios y otra sobre "gobierno electrónico", cuyas aprobaciones son dudosas.
La ley sobre "gobierno electrónico" será crucial cuando esté listo el traslado de la capital administrativa de Kuala Lumpur a la ciudad de Putrajaya, ubicada en el MSC.
Lim reclamó al gobierno una discusión más exhaustiva sobre las "leyes cibernéticas", que no han sido difundidas. La Asociación de Médicos y el Consejo de Bares de Malasia, cuyos integrantes serán afectados por estas normas, no fueron consultados.
Los expertos afirman que el abordaje de los crímenes informáticos deberá tener la suficiente amplitud para cubrir todos los posibles delitos en la materia. "Queremos una definición que abarque el robo de información", dijo la catedrática Khaw Lake Tee.
"Cualquier persona sin autorización que circule por el ciberespacio puede ingresar a un sistema y copiar información, lo cual equivale a robarla", sostuvo Khaw.
La "ley cibernética" al respecto deberá dejar claro que las evidencias registradas en computadoras deben ser admitidas por los jueces, agregó.
Estas normas pondrán carne en la columna vertebral de la tecnología malaya, pero también existe temor de que no sean suficientes para erradicar el riesgo que representan los "hackers" o "piratas informáticos" o las amenazas a la integridad de las redes de computadoras.
Un "hacker" descompuso la página "web" de la compañía de telefónica Telekom Malaysia. Lim recordó, además, que la Contaduría General de Estados Unidos registró alrededor de 160.000 ataques informáticos contra la red de computadoras del Departamento de Defensa (Pentágono) solo en 1995.
Lim también manifestó su temor a que el derecho a la privacidad se vea afectado una vez que todos los bancos de datos del país estén vinculados entre sí, como planea el gobierno.
"La protección de la privacidad a través de una legislación que preserve ciertos informaciones es necesaria en una sociedad informatizada" donde circula gran cantidad de datos personales como los referidos a la salud o transacciones con tarjetas de crédito, según el dirigente opositor.
Mustafa alertó que "el libre flujo de información será muy beneficioso para las empresas y el gobierno, pero a costas del derecho a la privacidad de los ciudadanos".
En ese sentido, observó que, paradójicamente, Malasia pretende introducirse en la era de la alta tecnología mientras aún rigen leyes que limitan la libertad de expresión e intercambio de información que pueden ser aplicadas para reprimir a disidentes.
"Al mismo tiempo que se aprueban las 'leyes cibernéticas', deberían derogarse la Ley de Secretos Oficiales y otras que impiden el libre flujo de información. Las dos cosas van de la mano", afirmó Mustafa.
El libre acceso y emisión de información a través de la red informática mundial Internet abre más espacio a la libertad de expresión, según el catedrático.
Organizaciones de derechos humanos reclaman hace años el reemplazo de las leyes que limitan la expresión de los ciudadanos por una ley sobre libertad de información. Esa norma, y no las "leyes cibernéticas", serán lo que impulsarían a Malasia en la era de la información, argumentan. (FIN/IPS/tra-en/ann/js/mj/cr dv/97