La compra de acciones del monopolio telefónico de Sudáfrica por parte de una compañía de Malasia confirma la tendencia inversionista de la próspera economía asiática en este país africano.
Telkom, de Sudáfrica, anunció la venta de 30 por ciento de sus acciones a Telekom Malasia y SBC Communications de Estados Unidos, por 1.200 millones de dólares, en lo que se considera el mayor negocio de privatización en Africa subsahariana.
Siete empresas compitieron en la licitación de Telkom. France Telecom y Deutsche Telekom se retiraron en la primera vuelta, mientras que KPN de Holanda, Stet de Italia y Teli de Suecia lo hicieron en las fases iniciales del proceso.
Telekom Malasia y SBC Communications realizaron una oferta en conjunto por la que instalarán 1,8 millones de líneas telefónicas para sudafricanos pobres, especialmente negros, que no cuentan con servicio telefónico.
Sudáfrica cuenta con una línea cada 100 habitantes entre la mayoritaria población negra y 60 por 100 entre los blancos.
La semiestatal Telekom Malasia también adquirió empresas en Ghana y Malawi. Fuera de Africa, tiene intereses en Bangladesh y Sri Lanka.
La ministra de Empresas Públicas de Sudáfrica, Stella Sigcau, aseguró que con la venta de acciones, "las empresas estatales se beneficiarán, al recibir nuevas tecnologías, mejorar su administración y lograr acceso a los mercados internacionales. Significará una menor carga para el Estado".
"El objetivo es transformar el rendimiento y los recursos humanos de Telkom para que (la compañía) pueda tener un papel más importante como proveedor de servicios de comunicaciones en Sudáfrica y como fuerza en las comunicaciones de la región", dijo Sigcau.
Sham Manickam, vicepresidente de estrategia empresarial de Telekom Malasia, destacó que la compra de activos de Telkom representa la mayor inversión de la compañía en el exterior.
Malasia realizó importantes inversiones en Sudáfrica desde 1994, cuando este país celebró sus primeras elecciones democráticas. Se trata del cuarto inversionista extranjero en Sudáfrica, detrás de Gran Bretaña, Estados Unidos y Alemania.
Los empresarios malasios invierten en bienes inmobiliarios, finanzas, hotelería, petróleo e industria manufacturera.
El grupo petrolero malasio Petronas adquirió 30 por ciento de las acciones de la empresa sudafricana Engen, por 430 millones de dólares.
Malasia firmó un contrato de 30 millones de dólares para comprar lanzagranadas sudafricanas y prevé la adquisición de helicópteros Rooivalk próximamente, por 180 millones de dólares.
El comisario comercial de Malasia para Africa austral, Cheah Kok Seong, cree que Sudáfrica es especialmente interesante para su país como puerta de ingreso en el resto de Africa. Cheah señaló que su país ya había invertido 1.200 millones de dólares en Sudáfrica antes de la compra de acciones de Telkom.
El primer ministro de Malasia, Mahathir Mohamad, impulsa la inversión de su país en Sudáfrica y otros mercados extranjeros.
El crecimiento económico de Malasia fue de siete por ciento anual desde los años 70 y se aguarda que ingrese al grupo de países industriales para el 2020. El sector privado invierte en el exterior debido a la alta competitividad de su mercado interno.
Los principales beneficiarios de la expansión malasia en Africa son Sudáfrica, Ghana y Zimbabwe. (FIN/IPS/tra-en/gm/kb/aq- ff/if/97