ISRAEL: Netanyahu casi fuera del gobierno

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, enfrenta una posible acusación penal que podría derribar su gobierno y alterar el proceso de paz con los palestinos, aunque asesores dijeron hoy que el acorralado líder no tiene intenciones de retirarse.

Netanyahu "no está considerando retirarse o llamar a nuevas elecciones. Estamos convencidos de que se probará su inocencia", dijo su protavoz, Michael Stoltz.

Este jueves investigadores de la policía recomendaron que Netanyahu sea acusado de fraude y abuso de confianza, en un informe de 995 páginas entregado a la fiscal estatal Edna Arbel. Las noticias de la recomendación se filtraron en las últimas horas de este miércoles.

El escándalo, que involucra la designación de un allegado político como fiscal general, podría tocar la campana de retirada para el gobierno de 10 meses del primer ministro, indican expertos legales.

Pero con o sin acusación legal, el escándalo tendrá consecuencias políticas de largo alcance.

Arbel y el fiscal general Elyakim Rubinstein, encargados de presentar una acusación, no están obligados por la ley israelí a aceptar la recomendación de la policía.

Mientras la policía basa su recomendación en evidencias, los fiscales tienen la carga extra de pesar las posibilidades de que las evidencias permitan una sentencia. Su decisión deberá ser anunciada en pocos días.

Independientemente del resultado legal, las revelaciones de la policía podrían tener consecuencias de largo alcance para las paralizadas negociaciones de paz con los palestinos.

La sorpresiva noticia coincide con la visita del enviado de paz de Estados Unidos, Dennis Ross, quien busca encausar el diálogo.

Las negociaciones se interrumpieron a mediados de marzo, después que Israel iniciara un proyecto de construcción en la sección árabe de Jerusalén reclamada por los palestinos como parte de su futura capital, y las relaciones se tensaron aún más tras un ataque suicida en que murieron tres mujeres en un café de Tel Aviv.

Bajo la sombra de un escándalo político, es poco posible que el gobierno sea capaz de concentrarse en negociaciones con los palestinos. Además, la policía recomendó acusar a otros tres miembros del gobierno.

Las revelaciones arruinan además toda posibilidad de un gobierno de unidad nacional entre el Partido Likud de Netanyahu y el opositor Partido Laborista, indicaron voceros de este último.

Esta coalición habría liberado a Netanyahu de la dependencia de sus actuales socios de derecha, quienes se oponen a las concesiones territoriales a los palestinos, y era muy favorecida por el líder laborista Shimon Peres.

Netanyahu, quien ganó a Peres por menos de 30.000 votos en las elecciones de mayo del año pasado, consideraba seriamente la idea, según informaciones.

Ahora Peres, quien se refirió a la recomendación de acusación de Netanyahu como "terremoto político", hizo un llamado al primer ministro a renunciar a su cargo y a convocar elecciones anticipadas. Otros líderes laboristas dijeron que el primer ministro debe retirarse.

El escándalo involucra la designación en enero del abogado de Jerusalén Roni Bar-On como fiscal general. Bar-On renunció horas después de su designación, tras duras críticas de juristas según los cuales no estaba capacitado para el alto puesto.

En pocos días, al televisión israelí denunció que Bar-On había sido designado por insistencia del líder del Partido Shas, Ariyeh Deri, quien enfrenta un proceso por corrupción.

Deri, afirmó la televisión israelí, acordó la designación de Bari-On prometiendo a Netanyahu votos cruciales de los dos miembros del gabinete de Shas a favor del retiro parcial de tropas israelíes de Hebrón.

A cambio, Bar-On supuestamente aceptó que una vez nombrado fiscal general, retiraría los cargos de fraude contra Deri, lo cual le permitiría retomar su estancada carrera política.

Netanyahu negó las acusaciones cuando salieron a la luz, y abrió la investigación que llevó a las recomendaciones de la policía de esta semana, para acusarlo legalmente. Su abogado, el penalista Yaacov Weinroth, dijo que las evidencias de la policía contra Netanyahu son poco sólidas.

Los simpatizantes de Netanyahu se negaron a considerar la recomendación porque la policía se basó en un testigo contrariado, Avi Dan-Yitzhak, abogado que representaba a Deri y cuya candidatura al cargo de fiscal general fue considerada y luego rechazada.

Pero Netanyahu, conocido por su capacidad de oratoria, ha permanecido en silencio. Según informaciones, desde el anuncio de la recomendación se reunió con asesores y con el líder espiritual del Partido Shas, Ovadia Yosef, vinculado lateralmente al escándalo.

De acuerdo a las leyes israelíes, Netanyahu no está obligado a renunciar si es acusado formalmente, ni siquiera si es procesado. Pero puede ser desplazado del gobierno de diversas maneras, incluyendo un voto de no-confianza de 61 miembros de la Knesset, integrada por 120 representantes.

Entonces, nuevas elecciones para el puesto de primer ministro y la Knesset serían realizadas en un plazo de 60 días.

Este escenario podría suceder si los líderes de dos pequeños partidos de coalición cumplen su amenaza, según la cual dejarían el gobierno si el escándalo producía acusaciones legales. Expertos legales indican que es posible que dos de los cuatro recomendados sean realmente acusados.

Además de Netanyahu, los otros tres recomendados para la acusación son Deri, por corrupción, el asesor de Netanyahu Avigdro Leiberman, por abuso de confianza por pasar las amenazas de Deri a Netanyahu, y el ministro de Justicia, Tzahi Hanegbi, también por abuso de confianza por engañar al gabinete sobre las calificaciones de Bari-On. (FIN/IPS/tra-en/dho/mom/lp/ip/97

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