El ministro de Economía de Argentina, Roque Fernández, anuncióeste miércoles en Brasilia el fin de la crisis en el Mercosur, celebrando un acuerdo para superar el conflicto generado por restricciones brasileñas a importaciones financiadas.
Brasil aligeró la medida adoptada el 25 de marzo en relación al Mercosur y se comprometió a consultar a sus tres socios antes de cualquier decisión que provoque impacto en sus economías, para lo cual funcionará una suerte de foro de consultas del bloque, viejo reclamo argentino y uruguayo.
El ministro de Hacienda brasileño, Pedro Malán, pidió disculpas públicas por la falta de diálogo previo antes de que Brasil impusiera a los importadores el pago al contado de sus compras financiadas a hasta 360 dias.
La medida sorprendió y alarmó a autoridades y empresarios de Argentina, Uruguay y Paraguay, que previeron elevadas pérdidas en sus exportaciones al mercado del que dependen crecientemente para mantener el crecimiento económico y el nivel de empleos.
Brasil concedió un mes de tolerancia para la liquidación del contrato de cambio en las importaciones financiadas y elevó de 10.000 a 40.000 dólares las compras excluídas de la medida restrictiva.
A lo largo de los próximos cuatro meses se hará un monitoreo para evaluar el impacto de las restricciones brasileñas, en su versión más suave, en las economías de los socios del Mercosur, para luego decidir alguna posible modificación o ampliación de las concesiones.
No se definió si el acuerdo se extenderá a Chile y Bolivia, asociados al Mercosur desde este año.
La superación de la crisis exigió tensas reuniones entre autoridades argentinas y brasileñas desde el martes en Brasilia. El ministro Fernández aplazó un dia su viaje a la capital brasileña para concluir la negociación este miércoles.
Las importaciones desde otros países siguen sometidas a las nuevas exigencias, vigentes desde el martes, adelantándose en 180 días la operación de cambio en relación al plazo de la financiación.
De esa forma, créditos de hasta 180 días exigen que el importador brasileño haga el depósito correspondiente en el momento de recibir los productos importados. Las excepciones favorecen las compras financiadas a más de 360 días, en general bienes de capital, petróleo y las inferiores a 10.000 dólares.
Malán aseguró que el tratamiento diferenciado a los socios del Mercosur "no es incompatible" con las reglas internacionales, anticipándose a probables quejas de otros países ante la Organización Mundial de Comercio. El gobierno brasileño sos iene que la restricción adoptada es "financiera, no comercial". (FIN/IPS/mo/dg/if/97