Las conversaciones entre India y Pakistán sobre los contenciosos territoriales que alimentan su tradicional enemistad concluyeron sin resultado significativo, aunque representaron el primer contacto bilateral en tres años.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de India negó que la incertidumbre política creada en su país el domingo, al quedar en minoría el gobierno del primer ministro H.D. Deve Gowda, afectase las conversaciones de tres días con Pakistán, finalizadas el lunes en Nueva Delhi.
"Todas las cuestiones de importancia para las partes" fueron discutidas de "manera franca, cordial y constructiva", y la próxima ronda de diálogo tendrá lugar en Islamabad, en a decidirse, según el comunicado conjunto divulgado al término del encuentro.
"Hemos dado un paso. Por favor, sigan atentos", dijo el canciller indio Salman Haider en conferencia de prensa. Sostuvo que India extrajo de las conversaciones una "comprensión más profunda del enfoque de Pakistán" sobre las cuestiones en discusión.
"Todavía no terminamos nuestro trabajo", puntualizó Haider, aunque no precisó cómo será conducido el diálogo bilateral en el futuro.
El canciller evitó las preguntas sobre si la disputa de Cachemira, que Pakistán describió como una "cuestión central", obstruyó las conversaciones nuevamente. "Para nosotros, existen muchas 'cuestiones centrales' y todas están siendo analizadas", declaró.
"Discutimos la modalidad y las estructuras de las conversaciones futuras. Pensamos que estaremos en mejor posición para enfrentar los problemas al reunirnos nuevamente", expresó Haider.
Los analistas creen que la incertidumbre política de India empantanó las conversaciones. Esa impresión fue reforzada por declaraciones de un miembro de la delegación de Pakistán, que señaló a la prensa la pérdida de respaldo parlamentario del gobierno indio como factor de perturbación del diálogo.
"Por desgracia, no llegamos a un acuerdo. Quizás India no lo pudo hacer después de lo ocurrido el domingo", dijo el representante paquistaní.
Fuentes anónimas del gobierno indio citadas por la prensa informaron que India aplazó la discusión de las cuestiones centrales en el primer día de negociación y que el tiempo restante fue utilizado en la exposición de posiciones y en la discusión de procedimientos.
India rechazó una propuesta de Pakistán, filtrada a los medios de comunicación, de creación de grupos de trabajo en conjunto para estudiar por separado cada contencioso. Nueva Delhi percibió la oferta como una tentativa paquistaní de vincular la disputa de Cachemira al avance de las relaciones bilaterales.
La región de Cachemira fue dividida al retirarse los británicos en 1947 de India y Pakistán. El primero de los dos países retuvo dos tercios de ese territorio, que dieron lugar al estado de Jammu y Cachemira, y el segundo el resto.
Pero la partición dispuesta no resolvió el caso, y Pakistán e India se enfrentaron dos veces en guerra por Cachemira.
India culpa a Pakistán de respaldar a los insurgentes que desde hace siete años luchan por la autodeterminación de Jammu y Cachemira. Por su parte, el gobierno paquistaní acusa a las fuerzas de seguridad indias de violación de los derechos humanos en ese estado.
Una solución negociada a la disputa es considerada casi imposible ya que las dos partes se niegan a modificar sus posiciones sobre Cachemira.
El nuevo primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, aceptó la oferta renovada de India de reanudar el diálogo, suspendido abruptamente en enero de 1994, cuando Islamabad fijó condiciones sobre Cachemira consideradas inaceptables por India.
En lo que se consideró una concesión hacia Islamabad, India declaró que estaba pronta para negociar incluso sobre Cachemira, a diferencia de su posición anterior, de comenzar la discusión sobre cuestiones menos problemáticas.
El canciller Haider informó que las negociaciones de Nueva Delhi también incluyeron disputas militares, comerciales y sobre el uso del agua de los ríos, aunque no se llegó a acuerdo.
Los dos países también se disputan el estratégico glaciar Siachen, ubicado en la cordillera del Himalaya, al norte de Cachemira, donde sus tropas se miran frente a frente. La cuestión del glaciar provocó un conflicto armado en los años 80.
La disputa sobre Siachen costó millones de dólares a ambas partes. India propuso la creación de una zona desmilitarizada en el glaciar y retiró a parte de sus soldados. (FIN/IPS/tra- en/mu/aq/ip/97