India pondrá fin en el corto plazo a la importación de residuos tóxicos, aseguró hoy a la organización ecologista Greenpeace el ministro de Medio Ambiente, Saifuddin Soz
Soz, del gobierno saliente del Frente Unido (UF), señaló que India está obligada por la Convención de Basilea sobre el Control del Traslado Transfronterizo de Residuos Tóxicos, que prohibe la exportación de desechos industriales tóxicos de países del Norte industrial al Sur en desarrollo.
"Estamos comprometidos con la Convención. India tiene que permanecer limpia, y no aceptaremos residuos peligrosos de los países industriales", dijo Soz a un grupo de activistas asiáticos, europeos, norteamericanos y sudamericanos congregados frente a su oficina para protestar contra la importación de desechos tóxicos.
India es uno de los mayores compradores de desechos industriales peligrosos de los países ricos, según Greenpeace. La organización ambientalista entregó a Soz una carta firmada por grupos de 18 países que piden el cese de la importación de tóxicos por los países pobres.
Copias de la carta fueron enviadas a las embajadas en Nueva Delhi de Australia, Brasil, Estados Unidos y Singapur, cuatro países a los que los ambientalistas acusan de participar del internacional de residuos tóxicos.
Soz aseguró que el gobierno de India consultará a Greenpeace y a otras organizaciones para implementar la Convención de Basilea. Los activistas serán invitados a presentar su posición ante un panel de expertos organizado por el Ministerio de Medio Ambiente.
La Convención, que tomará fuerza de ley internacional el 1 de enero de 1998, prohíbe la exportación de países ricos a pobres de sustancias perjudiciales para la salud y el ambiente.
Greenpeace ha dicho que India intenta diluir la prohibición de Basilea por la presión de la industria local del metal y de las naciones industriales que pretenden deshacerse de residuos tóxicos.
"Estamos satisfechos con la declaración del ministro, especialmente con su aseveración de que se impedirá la importación de residuos tóxicos de países industriales", declaró a IPS Kevin Stairs, asesor político de Greenpeace.
"Lo que en realidad queremos es que India refleje su compromiso en la reunión que se realizará entre las partes de la Convención de Basilea en Kuala Lumpur en octubre y que comience el proceso de ratificación" de ese tratado. agregó.
Las autoridades de India permiten la importación de residuos de metal para abastecer a la industria local, que recicla el material en unas 5.000 fábricas que dan trabajo a 500.000 personas.
Greenpeace sostuvo en conversaciones previas con el Ministerio de Medio Ambiente que el gobierno está "bajo presión de los países ricos y de grupos industriales", que pretenderían "la flexibilización" de la posición oficial contra la importación de residuos peligrosos.
Una investigación de Greenpeace reveló que más de 15.000 toneladas de residuos de plomo y 12.000 de cinc ingresaron en dos puertos de India desde mayo de 1996, procedentes de 27 países, a pesar de que esas operaciones fueron prohibidas el año pasado por un tribunal de Nueva Delhi.
El Ministerio de Medio Ambiente explicó que India no está equipada para procesar los residuos de manera segura.
Greenpeace sostuvo que Australia exportó el año último a India, Indonesia, Filipinas y China al menos 8.569 toneladas de desechos tóxicos y 1,3 millones de baterías de plomo usadas.
Singapur y Hong Kong son utilizados como puntos de transbordo por las naciones industriales para evitar la prohibición de Basilea de exportación de residuos tóxicos a países asiáticos pobres.
Las exportaciones que pasan por Singapur son destinadas a Asia meridional, mientras los cargamentos llegados a Hong Kong son destinados a Filipinas, Indonesia, Tailandia y Vietnam.
El gobierno chino prohibió en 1996 la importación de residuos peligrosos, y Hong Kong debió suspender los embarques a ese destino, puntualizó la oficina de Greenpeace en China. (FIN/IPS/tra-en/mu/an/aq-ff/en/97