El proyecto de Declaración de Margarita sobre los valores éticos de la democracia, con que concluirá en noviembre en Venezuela la VII Cumbre Iberoamericana, encontró como grandes objetores a Cuba y México.
Este jueves comenzó en Caracas la primera reunión de coordinadores nacionales de la cumbre de jefes de Estado y de gobierno de 21 países, que debe revisar el borrador elaborado por los anfitriones sobre la ética como base de la democracia.
Según trascendió, Cuba llegó al encuentro de dos días con un texto alternativo al elevado por Venezuela a los otros 20 países a fines de marzo sobre el tema central de la cumbre que se realizará en la isla de Margatita el 8 y 9 de noviembre.
También México manifestó alta preocupación por el texto, que representa una crítica directa a las imbricaciones omnímodas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en el poder desde 1929, y planteó cambios profundos al borrador.
El gran tema de reflexión de los 23 jefes de Estado y de gobierno (desdoblados en el caso de España y Portugal) será el de los valores éticos que debe tener una democracia para ser tal, divididos en seis apartados dentro del borrador de declaración.
Se trata de la justicia social, la promoción y el respeto de los derechos humanos, la administración de justicia, la ética y la administración pública, los partidos políticos, transparencia y procesos electorales y el derecho a la información veraz.
Fuentes participantes en la cita reservada indicaron a IPS que los mayores problemas que tiene México se refieren a dos aspectos: la ética y la administración pública, y los partidos políticos, transparencia y procesos electorales.
No fue posible obtener comentarios de la delegación mexicana, ni tampoco de la cubana, que según filtraciones planteó directamente otro texto para ser considerado, lo que en la práctica supone reservas a la totalidad.
El canciller venezolano, Miguel Angel Burelli, indicó en la instalación del encuentro de coordinadores que con estas cumbres anuales la Comunidad Iberoamericana ha pasado a existir de derecho y no sólo de hecho, como hasta ahora.
Consideró que esa comunidad requiere en las riberas latinoamericana y europea del oceano Atlántico de un código doctrinario que impulse a la ética como la sangre del cuerpo democrático.
"La conducta ética y el respeto a los derechos humanos constituyen el liquido amniótico que da vida a cada sociedad", matizó Burelli a un grupo de periodistas, tras la inaguración.
Calificó como acuciante para esa ética democrática superar la inequidad social. América Latina superó la pobreza pero en el mal sentido, ya que amplios segmentos de su población se sumergieron directamente en la miseria, señaló.
"Como dirían los mexicanos, da coraje que los iberoamericanos no tengamos una justicia mejor", dijo Burelli al abordar la crisis de la justicia, otro punto complicado porque se trata de un poder ajeno a los gobiernos.
Aseguró que en la región se alejó la amenaza de golpes de Estado tradicionales y "casi da risa que un militar intente tomar el poder", pero ahora el peligro está dentro de los propios sistemas democráticos.
"La democracia está peligrosamente durmiendo la siesta porque ya todo es democracia", alertó, mientras campean la corrupción, la venalidad y la inoperancia de los funcionarios y los partidos tras la pérdida de las ideologias se han convertido en máquinas de poder, con el consecuente descrédito en las sociedades.
El canciller venezolano también indicó que las democracias soportan el gran riesgo de ser enquistadas por las mafias del tráfico de drogas ilícitas, que pretenden "terminar siendo tras bastidores las que gobiernen".
Para evitarlo, los países iberoamericanos, a su juicio, deben promover gran transparencia y control en el acceso de financiamiento a los partidos y a los candidatos electorales, campañas cortas y claras.
Criticó que las campañas se han convertido "en grandes empresas económicas multimillonarias, en las que el candidato es el que menos cuenta".
Por último, Burelli dijo a los coordinadores nacionales de la cumbre que el derecho a una información veraz ya comenzó a ser un tema muy criticado por los empresarios de los medios de comunicación y los periodistas, pero insistió en que no se trata de censurar o amansar a los unos o los otros.
Se trata, afirmó, de que los gobernantes de habla castellana y portuguesa de América Latina y Europa reflexionen junto con los empresarios y profesionales de la comunicación sobre el derecho esencial de los ciudadanos a ser informados en forma veraz.
Una democracia, dijo Burelli, necesita medios de información libres, pluralistas, independientes y serios, donde no se mezclen opinión e información, se ataque con infundio y ligereza, no se investigue, o se manipule con fines particulares. (FIN/IPS/eg/dg/ip/97