Representantes de los seis grupos indígenas de Honduras anunciaron hoy que comenzarán una huelga de hambre en las próximas dos semanas si el gobierno no resuelve el problema de la entrega y titulación de tierras.
"Estamos aquí por última vez, para agotar las instancias legales en cuanto al problema de nuestras tierras, antes de iniciar una huelga de hambre sin precedentes", afirmó a su arribo a Tegucigalpa una delegación de esos grupos étnicos.
Marco Tulio Gutiérrez, de la etnia chortí, descendiente directa de los mayas y asentada en la región occidental de Copán, dijo que ya no soportan los atropellos de los terratenientes por despojarlos de sus propiedades sin que las autoridades hagan nada al respecto.
Hasta ahora, las promesas estatales por entregar títulos de propiedad "se las ha llevado el viento, y venimos aquí para que se nombre una comisión que suprevise el avance de entrega de los títulos de tierra, o de lo contrario, nos vamos a una huelga de hambre", advirtió.
"Preferimos morirnos de hambre en esta ciudad (Tegucigalpa) para que todo el mundo se dé cuenta de nuestra situación, que agonizar en silencio en nuestras tierras", dijo Gutiérrez.
Representantes de los lencas, garífunas, pech, tawankas, misquitos y chortís otorgaron un plazo de 15 días al gobierno para satisfacer sus demandas, si quieren evitar una peregrinación a Tegucigalpa para iniciar una huelga de hambre.
Ubodoro Arriaga, director del estatal Instituto Nacional Agrario (INA), manifestó que las peticiones indígenas son justas, pero reclamó tiempo, "porque la revisión de títulos de propiedad no es algo que se hace a la carrera".
"Nosotros hemos hecho todo lo posible para agilizar las cosas, pero ellos (los indígenas) deben entender que el proceso es algo lento, y no debe interpretarse como indiferencia estatal o discriminación racial", agregó.
A su juicio, el gobierno del presidente Carlos Reina es el único que ha tomado en serio los planteamientos indígenas y los está resolviendo porque considera que en Honduras no deben haber pueblos divididos.
Si bien los indígenas reconocen la actitud del gobierno, cuestionan que en tres peregrinaciones hechas a la capital se han suscrito varios documentos de compromiso, cuyas acciones son parcialmente cumplidas.
Reclaman la falta de centros de asistencia médica, apertura de carreteras y sobre todo el problema de la tenencia de la tierra, al incrementarse en los últimos dos años los desalojos por parte de grupos de terratenientes.
El caso más dramático es el de los garífunas, chortís y tawankas, quienes han denunciado la captura ilegal de 34 dirigentes y amenazas de muerte por parte de grupos ganaderos, terratenientes e incluso algunos militares.
Los 500.000 indígenas, que se encuentran diseminados en el norte, centro, oeste y sur de Honduras, comenzaron hace dos años a reclamar conjuntamente sus derechos. (FIN/IPS/tm/ag/ip-pr/97