GUYANA: Oposición a tala de madera aleja inversiones millonarias

Empresas malasias esperan en fila para firmar acuerdos de explotación de la selva tropical de Guyana, mientras el movimiento ambientalista local tiene una agenda de resistencia que podría alejar millones de dólares en inversiones.

Los defensores del medio ambiente están dispuestos a asegurar que los malasios, con una historia de supuesta depredación de los recursos forestales, no ganen un palmo de terreno en el país latinoamericano, lanzándose tras su meta con una firmeza que causa alarma en círculos del gobierno.

Tras la firma de licencias de explotación con Kwitaro Investments y Berjaya Corporation en las últimas dos semanas, el movimiento, liderado por la Asociación de Derechos Humanos de Guyana, (GHRA) publicó los resultados de su investigación sobre los antecedentes de ambas firmas.

Para muchos, críticos del gobierno en especial, el documento de la GHRA es más que una causa de preocupación.

La asociación sostiene, en base a la investigación, que hay fuertes sospechas de que la empresa madre de la firma, Mafira Techniques, está involucrada en la venta de armas y no en la industria maderera. La GHRA exhortó a Kwitaro a revelar sus verdaderas intenciones al poner los pies en Guyana.

La GHRA afirma que documentos de la empresa presentan al teniente general Jaffa Mohamed como su director gerente, e indican que se dedica a la venta de helicópteros y barcos de guerra, misiles, lanzadores de misiles, pistolas y otros equipos.

El gobierno firmó hace dos semanas un memorando de entendimiento con Kwitaro. El acuerdo otorga a la empresa el derecho de hacer un inventario de 303.000 hectáreas de selva prístina en el centro del país, y una concesión similar fue entregada a Berjaya.

Este último acuerdo implica que Berjaya y Kwitaro se unirán a las empresas Barama y Unamco, en la lista de compañías asiáticas que explotan madera en Guyana.

Nuevas inversiones de estos emprendimientos brindarían 2.000 nuevos puestos de trabajo y flujos financieros por unos 200 millones de dólares, según pronostica el gobierno.

Más de 80 por ciento de las selvas estatales de Guyana han sido concedidas a empresas asiáticas, y la tala se ha convertido en una fuerza vital para la reactivación de la economía del país.

Alrededor de 14 millones de hectáreas de bosques de Guyana son consideradas aptas para la extracción de la madera. De estas, 9,1 millones son definidas como selvas estatales.

Además de investigar los antecedentes de las empresas interesadas en las selvas, la GHRA cree que el gobierno necesita más tiempo para informarse sobre estas compañías antes de firmar acuerdos.

"Un empleado de Berjaya fue obligado a retirarse de las Islas Salomón recientemente, tras intentar pagar una comisión ilegal a un alto funcionario del gobierno. Esto se produjo tras conocidos problemas de corrupción en la industria de la madera en las islas", sostiene la asociación.

La declaración también indica que el gobierno no debe ceder ante promesas de cientos de millones de dólares en inversiones y miles de empleos, ya que estas empresas a menudo no cumplen con sus promesas.

La declaración destaca que "el gobierno está haciendo oídos sordos a las cuestiones ambientales y de desarrollo sostenible. Previos acuerdos para congelar concesiones hasta que estén en vigor las normas para regular la forestación y la minería están siendo evadidos".

Otro tema que causa preocupación entre los ambientalistas es que parte del área que Kwitaro explotará está ubicada en tierras reclamadas por la tribu de indígenas amerinidos macusi. (FIN/IPS/tra-en/bw/cb/lp/en/97

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