El gobierno de Fiji construyó su economía exportadora en base a violaciones de los derechos laborales, denunció hoy un informe de la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), con sede en esta capital.
Bill Jordan, secretario general de la CIOSL, dijo que "la violación del gobierno de Fiji de normas laborales básicas es parte de su política de creación de una fuerza de trabajo barata para atraer la inversión extranjera y aumentar las exportaciones".
Aquellos que intentan organizarse para lograr mejores condiciones pueden ser despedidos y los sindicatos son excluidos por empresas que respaldan al gobierno, añade el informe de la CIOSL, compilado con información de su filial Congreso de Sindicatos Comerciales de Fiji (FTUC).
El documento describe actos de discriminación racial y sexual, trabajo infantil y elementos de presión, y analiza la expansión de las zonas de procesamiento de exportaciones por parte del gobierno, las cuales emplean a 13 por ciento de la fuerza de trabajo del país.
La principal industria, que representa entre 20 y 25 por ciento de las exportaciones, es la fabricación de vestimenta, la cual se expandió en base a los bajos salarios.
Los trabajadores en la zona de exportaciones se ven obligados a trabajar todo el día, sin pago de horas extra en fábricas mal ventiladas, indica el informe.
La industria del azúcar, que representa entre 35 y 40 por ciento del total de las exportaciones, es la que más viola los derechos laborales, apelando al trabajo infantil.
Lopeti Senituli, director del Centro de Investigaciones de Paz de Fiji, señaló que en el sector la mayoría de los pequeños establecimientos son propiedad de familias, de modo que todos trabajan, desde las abuelas a los niños.
Aunque el trabajo infantil de menores de 12 años está prohibido por las leyes de Fiji, cifras de la Organización de las Naciones Unidas señalan que el porcentaje de escolaridad fue sólo 64 por ciento en 1992, sugiriendo que trabajan entre 20.000 y 30.000 niños.
Nuevas leyes introducidas en 1991 restringiendo el derecho a la huelga y al reconocimiento de los sindicatos fueron fuertemente criticadas por el Comité de Libertad de Asociación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Pese a las recomendaciones de la OIT, la ley no fue mejorada desde 1991. Uno de sus efectos es que las multinacionales trasladaron su producción desde otros países en desarrollo en la región como las islas Cook a Fiji, para sacar ventaja de los bajos salarios, indicó la CIOSL.
La proporción de los salarios en relación al producto interno bruto cayó de 54 por ciento en 1983 a 37 por ciento en 1993, mientras el del capital creció de 38 por ciento a 50 por ciento en el mismo período.
La CIOSL, que tiene 195 organizaciones afiliadas en 137 países y territorios, divulgó el informe sobre normas laborales en Fiji como parte de su contribución a la revisión de la política comercial en Fiji de la OMC, también publicada este miércoles en Ginebra. (FIN/IPS/tra-en/ns/rj/lp/lb/97