Cientos de pequeñas represas fueron demolidas desde los años 70 en Estados Unidos, por decisión del gobierno y por razones financieras o de seguridad.
La represa de Newport, en el río Clyde del estado de Vermont, fue la primera en demolerse para rehabilitar el paso de los salmones. La antigua construcción no contaba con "pasajes" o "escaleras" que permitieran a los peces avanzar río arriba a desovar.
La represa fue derribada en agosto, tras obstruir el paso de los salmones durante 40 años.
Los activistas afirman que 40.000 grandes y 800.000 pequeñas represas deberán ser demolidas en el mundo al llegar al final de su vida útil que es, en promedio, de 50 años.
Construida en 1957 por la compañía Citizen Utilities, la represa de Newport generaba dos megavatios de potencia. Frank Thomas, ingeniero a cargo de la demolición, informó que desmonar la represa insumió seis semanas de trabajo y tuvo un costo de un millón de dólares.
Thomas dijo que el pequeño tamaño de la represa facilitó su remoción. Una represa se considera grande cuando sobrepasa los 15 metros de altura. La represa de Newport medía cinco metros.
Las brigadas de demolición redujeron el nivel del embalse y mediante cañerías desviaron parte del río hasta que fue posible vadearlo. También fue levantada una muralla de sacos de arena en los márgenes del embalse, para evitar el ingreso de agua, y las secciones de la represa fueron dinamitadas o removidas con excavadoras.
Pero no siempre es tan sencillo desmonar una represa. El dique de Fort Edwards, de nueve metros de altura y situada en el río Hudson, fue demolido en 1973, y todavía persisten los problemas causados por su remoción.
La represa de Fort Edwards fue construida en 1817 con una estructura de madera llena de piedras. Estaba a punto de derrumbarse cuando fue demolida.
A diferencia de la represa del río Clyde, construida en una zona rural, la de Fort Edward estaba ubicada en una zona industrializada del río Hudson.
"Los ingenieros redujeron el nivel del agua y removieron la represa por secciones, pero la rehabilitación del río no fue considerada, porque la oficina estatal de conservación ambiental pensaba que el río se regeneraría por su cuenta", señaló Jake Niziol, ingeniero de la Niagara Mohawk Power Corporation.
Los ingenieros no tuvieron en cuenta las plataformas hechas con tierra, piedra y madera que utilizaron los leñadores. Cuando la represa fue desmontada, los residuos atrapados por las plataformas ingresaron en la corriente del río y obstruyeron la entrada del canal de Champlain.
También pasaron por alto la descarga de residuos de las industrias río arriba. El sedimento atrapado detrás de la represa contenía tóxicos, que ingresaron a la corriente.
Llevó meses eliminar los residuos y trasladar el sedimento contaminado a lugares de vertido más seguros. En la actualidad, parte de los desechos siguen atrapados en montículos de sedimento que las autoridades mantienen bajo control.
También fue demolido el dique de Two Mile, de 25,5 metros, en Nuevo Mexico, y el de Blue Bird, de 16,8 metros, en Colorado, y 30 represas fueron derribadas en el estado de Winsconsin en los últimos 20 años.
Las comunidades locales están preocupadas por la acumulación de sedimentos que pueden cubrir zonas de desove, dañar áreas ribereñas y modificar canales. Los peces habituados a aguas tranquilas podrían ser eliminados, y se perderían los pantanos cercanos a los embalses.
Stephen Born, de la Universidad de Wisconsin, sostiene que la mayoría de estas consecuencias son temporarias.
"Con el tiempo, los sistemas se estabilizarán, el sedimento excesivo será arrastrado y se reestablecerá la calidad del agua". "Si los procedimientos de remoción y restauración son planificados cuidadosamente, los efectos (perjudiciales) pueden ser minimizados", observó Born.
Agregó que 11 de las 14 represas que examinó fueron eliminadas por razones financieras. La reparación de las represas de Hayman Falls, en el río Embarrass, de Wisconsin, habría costado 800.000 dólares, mientras que la demolición exigió un desembolso de 272.000 dólares.
Rita Haberman, de la organización Red de Ríos, en Oregon, advirtió que la remoción en ese estado de la represa de Savage Rapids, en el río Rogue, costará 11 millones de dólares, frente a 17-24 millones que demandaría su reparación.
Born señaló que la demolición hace 25 años de las represas de de Black Earth y de Mount Vernon, en Wisconsin, permitió el regreso de peces de agua fría.
Un informe de la Oficina Federal de Reclamaciones reveló que el valor financiero de la pesca que se crearía mediante la demolición de la represa de Savage Rapids en Oregon, podría llegar a los cinco millones de dólares. (FIN/IPS/tra-en/pc/yjc/aq-ff/en/97