La dura disputa por privilegios de aparcamiento para diplomáticos de la ONU dio otro giro en el sentido de la hostilidad, mientras China y Rusia pretenden que el tema se presente ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Francia y España están tan furiosos que plantearon que las Naciones Unidas o algunas de sus agencias afiliadas se trasladen de Nueva York a Ginebra o Viena.
"Es un privilegio que un país sea sede del organismo internacional más importante, y el privilegio va de la mano con ciertas obligaciones para asegurar que las Naciones Unidas haga apropiadamente su trabajo", dijo este martes el embajador Hubert Legal, de Francia, a un Comité de Relaciones con el País Sede de la ONU.
Si esto es imposible, "entonces no sería una tragedia para la organización transferir ciertas funciones y organismos a otra ciudad, como Ginebra o Viena", consideró.
El delegado español Jorge Sánchez dijo al comité que Estados Unidos, como país anfitrión, está obligado a honrar su compromiso con el Acuerdo de Sede firmado por la ONU y Washington en junio de 1947.
Con el acuerdo, Estados Unidos se comprometió a garantizar ciertos privilegios e inmunidades a las Naciones Unidas y su personal diplomático, como gesto recíproco por ubicar al organismo mundial en Nueva York.
Si las cuestiones de importancia para la comunidad diplomática no son tenidas en cuenta, dijo Sánchez, "es ciertamente razonable considerar otra ubicación fuera de Estados Unidos para la sede de la organización".
Según el representante español, "hay otras ciudades potencialmente anfitrionas que pueden enorgullecerse de hospedar a las Naciones Unidas".
Rusia expresó una visión similar la semana pasada, alegando que el organismo mundial debería considerar seriamente el traslado de sus bases fuera de Nueva York.
El enojo entre los diplomáticos fue desatado por una ley que entró en efecto este lunes 1 de abril, según la cual los diplomáticos que no paguen las multas de estacionamiento en un período de 12 años perderán las placas de identificación de licencia diplomática de sus vehículos.
En una sola voz, resonante de aspereza, diplomáticos de la ONU alegan que se ven forzados a aparcar ilegalmente debido a que la ciudad de Nueva York no logra brindar las instalaciones necesarias para sus vehículos.
Cuando un diplomático de Estados Unidos sugirió que no sería una mala idea que los delegados de la ONU dejaran sus automóviles en sus casas y utilizaran el transporte público, un diplomático francés respondió "el subterráneo en Nueva York es viejo, sucio y peligroso. Los autobuses no son confiables, y los taxis están para tirar".
El transporte público en la ciudad de Nueva York es "un desastre comparado con los servicios de otras capitales del mundo", dijo Legal.
La situación se agravó tras la posición de autoridades de Estados Unidos según la cual el manejo no es un derecho absoluto de los diplomáticos, sino un privilegio que podría ser retirado en caso de abuso.
En la decisión de la semana pasada, el consejero legal de la ONU Hans Corell reconoció el derecho del país anfitrión a establecer regulaciones de estacionamiento, pero cuestionó la legalidad internacional del retiro con grúas de los automóviles y otras formas de funcionamiento para el personal diplomático.
China, Francia y Costa Rica también propusieron que el tema sea primero presentado al más alto cuerpo de la ONU, la Asamblea General, antes de que solicitar la opinión legal de la Corte Internacional de Justicia.
El alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, responsable de la nueva ley, niega que las sanciones contra los diplomáticos sean parte de su camapaña para la reelección en noviembre. La Asamblea General, dijo, debe dedicarse a temas más mundiales que los privilegios de aparcamiento de los diplomáticos. (FIN/IPS/tra-en/td/yjc/lp/ip/97
