El gobierno de Ecuador dio un plazo de 24 horas a los médicos y trabajadores de la salud pública para que reinicien sus actividades caso contrario aplicará medidas drásticas para regularizar el servicio.
"No están castigando al presidente de la República sino a miles de ecuatorianos que requieren de la atención médica del Estado", sostuvo el presidente Fabián Alarcón al considerar que "en base de amenazas y violencia no se pueden conseguir los objetivos y no se presionará al gobierno".
A pesar de que Alarcón prefirió omitir cuáles serían las medidas adoptadas para contrarrestar la huelga, se presume que dictará la ley de emergencia, lo que facultaría a las Fuerzas Armada a asegurar la normalización del servicio, según dijo el ministro de Salud, Guillermo Wagner.
Este es el primer conflicto laboral que enfrenta el gobierno de Alarcón, que asumió a inicios de febrero tras la destitución de Abdalá Bucaram.
La huelga, que afecta a los 30 hospitales públicos del país, cumplió este viernes 15 días. Hasta el momento se han registrado tres fallecimientos de personas que buscaban atención en los servicios públicos de emergencia.
Unos 28.000 afiliados a la Federación Médica Ecuatoriana (FME) y 18.000 trabajadores del sector exigen alzas salariales, un aumento de 2,8 a 12 por ciento del presupuesto del Estado de los gastos destinados a salud y un nuevo contrato colectivo cuyo monto asciende a unos 175 millones de dólares.
Este viernes 2.800 médicos y enfermeros de las Fuerzas Armadas comenzaron a brindar atención gratuita a los pacientes de mayor gravedad, pero de acuerdo a reportes de la institución armada el personal militar es insuficiente para cubrir la demanda.
El ministro de Salud ofreció este jueves 10,8 millones de dólares para solucionar el conflicto, pero los dirigentes de la huelga calificaron de "irrisoria" la propuesta gubernamental.
"El país enfrenta un gran déficit fiscal y son muchos los sectores que necesitan de recursos para continuar funcionando", sostuvo Wagner. "No es posible ni justo ofrecer lo que no tenemos para dar solución a una parte del problema", agregó.
Para Ramiro Ricalde, dirigente del FME, "los hospitales se encuentran en la miseria en cada una de sus áreas y el paro de labores no es más que hacer pública una realidad: no podemos atender a la gente".
Según Ricalde, las víctimas que se han registrado en los últimos días por la huelga "tal vez hubiesen corrido la misma suerte dentro de un hospital, donde a diario se mueren los pacientes porque no hay materiales para atenderlos". (FIN/IPS/mg/dg/ip-lb/97