Los casos de lavado de dinero del narcotráfico que se investigan en México pasaron de 60 a 160 en los dos últimos años, informaron el miércoles voceros de la Comisión Bancaria y de Valores (CNBV).
"Aunque es difícil contar con estadísticas confiables sobre lavado de dinero, sospechamos que esas prácticas, que hoy investigan expertos de la Procuraduría y la Secretaría de Hacienda, crecieron junto a la actividad criminal", dijo el presidente de la CNBV, Eduardo Fernández.
Tras recibir críticas de Estados Unidos sobre una supuesta falta de controles adecuados para perseguir el lavado de dinero, México reformó los últimos meses algunas leyes para perseguir ese delito y ordenó a los bancos que reportaran todas las operaciones que superen los 10.000 dólares.
Elizabeth Carroll, encargada para México de la Subsecretaría en Materia de Narcotráfico del Departamento de Estado, declaró en febrero que "cualquier traficante que desee hacer transacciones se siente atraído hacia México, donde pueden hacer su negocio con el mínimo riesgo de interferencia".
Según el Departamento de Estado de Estados Unidos, en México los narcotraficantes lavarían unos 30.000 millones de dólares anuales, el mayor monto entre los países de América Latina.
"Se ha exagerado por algunas partes interesadas el tamaño de ese delito", sin embargo se produce "pues para bien o para mal somos vecinos del mayor consumidor de drogas en el mundo (Estados Unidos)", señaló el presidente de la Asocación de Banqueros, Antonio del Valle.
Los bancos, así como las casas de cambio y de bolsa, sostienen que es posible que los narcotraficantes hayan utilizado sus estructuras, pero afirman que no están involucrados.
Para ampliar el combate al lavado de dinero, la CNBV indicó que se reforzarán los controles en los 200 centros bancarios que operan en las ciudades fronterizas con Estados Unidos.
Considerado por el gobierno del presidente Ernesto Zedillo como un problema de seguridad nacional, el combate al narcotráfico destapó los dos últimos años varios casos de corrupción en los que están involucrados militares y dirigentes políticos y hombres de negocios.
Los casos más sonados fueron la detención del general Jesús Gutiérrez, ex jefe del Instituto Nacional del Combate a la Drogas, quien es acusado de proteger a las mafias, y el del hermano del ex presidente Carlos Salinas (1988-94).
A Raúl Salinas, quien durante la gestión de su hermano amasó una inmensa fortuna, se lo detuvo como autor intelectual del asesinato de un dirigente político oficialista y hoy se lo investiga por lavado de dinero en México y Suiza, país donde se descrubrió que tenía cuentas millonarias bajo un nombre falso. (FIN/IPS/dc/ag/ip/97