El gobierno de Argentina reaccionó con cautela el jueves, pese al optimismo de los investigadores, ante la nueva serie de arrestos de policías realizadas en torno al crimen del reportero gráfico José Luis Cabezas, perpetrado el 25 de enero.
El ministro del Interior, Carlos Corach, declaró que la detención de seis personas, dos de ellas policías con presuntos vínculos con una banda de ladrones y narcotraficantes, "parece un avance positivo".
No obstante, remarcó que "los investigadores son optimistas, pero hasta que no haya un pronunciamiento judicial debemos ser cautos".
El juez que investiga el crimen del fotógrafo de la revista Noticias ordenó las detenciones la noche del miércoles, en la hipótesis de que los sospechosos serían miembros de una banda de policías y delincuentes asociados para asaltar casas y vender drogas en los balnearios turísticos.
La hipótesis de los pesquisas señala que los comisarios de las seccionales de policía de los balnearios de la provincia de Buenos Aires conformaron una red que otorga protección a los asaltantes, a cambio de tener una porción del negocio ilegal.
Los investigadores aseguran que uno de los detenidos este miércoles podría ser quien disparó el arma homicida sobre Cabezas. Se trata del inspector de policía Gustavo Prellezo, segundo de la comisaria del balneario de Pinamar, donde fue asesinado Cabezas.
La esposa de Prellezo, también oficial de la policía, había reclamado en archivos policiales los antecedentes de Cabezas en diciembre último, un mes antes del crimen.
El cuerpo del fotógrafo apareció incinerado dentro de su automóvil con las manos esposadas y un tiro en la sien. El vehículo estaba en una cava en las afueras de Pinamar, muy cerca de la residencia veraniega del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde.
Se detuvo a delincuentes comunes y policías por su vinculación con el caso. La primera serie de detenciones se realizó en febrero, cuando quedaron procesados miembros de una banda de delincuentes comunes, por las declaraciones de un testigo que los incriminó.
Los pesquisas aseguran que el crimen podría estar relacionado con una investigación que Cabezas y el periodista Gabriel Michi, de Noticias, habían realizado en Pinamar sobre la asociación de policías y delincuentes en la ola de asaltos a residencias del lujoso balneario de la provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, este jueves Michi también manifestó cautela. "Por el ánimo optimista de los investigadores, parece que esta vez tienen pistas firmes, pero debemos ser cautelosos, no podemos salir corriendo detrás de cada una de las hipótesis", subrayó.
Michi explicó que su artículo sobre la ola de asaltos en Pinamar, ilustrada con fotos tomadas por Cabezas, se publicó en el semanario el mismo día del crimen, razón por la cual descartó que ese pueda ser el móvil del asesinato. (FIN/IPS/mv/dg/ip/97