La crisis de Zaire y de los demás países de la región africana de los Grandes Lagos sólo puede resolverse por medio de una conferencia internacional que siente las bases de la pacificación y el desarrollo, estimaron el martes 8 tres expertos de las Naciones Unidas (ONU).
La solución -dijeron- tropieza con el inmovilismo de la sociedad internacional que, insatisfecha con los pequeños desastres, espera una "megacatástrofe" en Zaire, donde se concentran ahora las tensiones.
El fin de las matanzas, iniciadas hace tres años en Ruanda, repetidas en Burundi y denunciadas ahora en Zaire, se conseguirá cuando el problema regional se encare de manera integral, pronosticaron.
Los expertos Roberto Garretón, relator especial de la ONU sobre derechos humanos en Zaire, René Degni-Ségui, relator para Ruanda, y Paulo Sérgio Pinheiro, relator para Burundi, presentaron este martes a la Comisión de Derechos Humanos sus informes sobre la situación en los tres países.
La conferencia internacional se aplazó hasta ahora porque "hay intereses en juego". El gobierno de Ruanda, por ejemplo, es hostil a una reunión de ese tipo, afirmó Degni-Ségui.
Los relatores recomiendan que la ONU convoque la conferencia "con máxima urgencia" y de acuerdo con la Organización de la Unidad Africana (OUA).
La realiación de una conferencia de paz requiere que las partes dispongan de verdadera voluntad pacífica, pero "eso todavía no lo veo en Zaire", dijo Garretón.
La rebelde Alianza de Fuerzas Democráticas de Liberación del Congo-Zaire (AFDL) "no se compromete suficientemente" con un proceso de paz porque "está en tren de ganar la guerra", refirió el experto chileno.
Las fuerzas de la AFDL ocupan casi un tercio del territorio de Zaire y avanzan hacia Kinshasa, la capital, sin encontrar mayor resistencia del ejército leal al dictador Mobutu Sese-Seku.
El informe de Garretón, de su visita a Zaire oriental a fines de marzo último, consignó que la información recogida y "la presencia física del relator en lo que evidentemente son fosas comunes", permiten confirmar "los graves atentados" cometidos por la AFDL.
Aunque las informaciones de las matanzas denunciadas "son deficientes e incluso contradictorias", en términos generales muchos de los hechos denunciados "deben estimarse verídicos", precisó.
Las denuncias se refieren a episodios de violencia atribuidos a los rebeldes de la AFDL y perpetrados en Lemera y Kidote, el 6 de octubre pasado, en Bukavu, el 31 de octubre y en Goma, en los primeros días de noviembre.
Otros incidentes similares ocurrieron, ya en 1997, en Matanda, Katale, Mugunga, Chimanga, Nyakariba y Nyamitaba. Todos esos hechos "están, en lo esencial, confirmados por gran número de informes y testimonios, aunque se difiera en las cantidades de víctimas", dijo Garretón.
En su exposición de este martes ante la Comisión de Derechos Humanos el relator para Zaire aclaró que hay informes exagerados, con cifras que no guardan proporción alguna, ni siquiera con la cantidad de habitantes en las localidades en que se produjeron los atentados.
En el caso de Nyakariba, las cifras de víctimas oscilan entre 300 y 15.000. En cuanto a Nyamitaba, fluctúan entre algunos cientos y 50.000, observó.
Los relatores de la ONU para los derechos humanos en los tres países de la región de los Grandes Lagos insistieron en la necesidad de una intervención externa para favorecer una solución.
El cuadro que se desprende del informe presentado por Garretón "es suficiente para dirigir un llamado a una intervención de urgencia", evaluó Pinheiro.
La intervención "puede ser militar o de otro tipo", precisó el relator de la ONU.
La presencia de fuerzas uniformadas para custodiar corredores de circulación de ayuda humanitaria había sido solicitada anteriormente, sin éxito, por organismos internacionales de asistencia a los refugiados. (FIN/IPS/pc/dg/ip-hd/97