El gobierno de México expulsó en las últimas dos semanas a cinco activistas de grupos humanitarios extranjeros que llegaron al país para investigar denuncias sobre violaciones de derechos humanos en los estados de Oaxaca y Guerrero, donde opera un grupo guerrillero.
Los activistas, que fueron expulsados por "problemas en sus permisos migratorios", según las autoridades, pertenecen a la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), con sede en Francia, y a Equipos Cristiano de Acción por la Paz y Unitarian Universalist Service Committee, de Estados Unidos.
El Centro de Derechos Humanos Augustín Pro de México dijo este miércoles que las expulsiones se realizaron en "flagrante violación de los derechos fundamentales de los activistas".
"Parece que hubiera una persecución o un afán para ocultar los atropellos de los que se acusa a militares y policías", dijo a IPS un portavoz del Centro, que es dirigido por la orden católica de los jesuitas.
En los últimos meses, grupos humanitarios locales, organizaciones campesinas y partidos de oposición denunciaron que los militares y policías que operan en Oaxaca y Guerrero, donde actua el Ejército Popular Revolucionario, han torturado y realizado detenciones arbitrarias.
Las autoridades de migración afirman que los activistas de grupos de derechos humanos extranjeros fueron interrogados y luego expulsados pues ingresaron al país con visas de turista, lo que les impide trabajar.
En una carta enviada este martes al presidente Ernesto Zedillo, la FIDH acusó a las autorides mexicanas de asumir posturas similares a las de China, Irán o Sudán, "países que impiden actuar en sus territorios a organizaciones internacionales de derechos humanos".
La expulsión de los miembros de la FIDH es una ofensa señalaron en la misiva, luego de afirmar que "las autoridades estaban perfectamente al tanto de la misión de observación, ya que los miembros de la misma habían incluso concertado varias citas con funcionarios de gobierno".
La nicaragüense Vilma Núñez, integrante de la misión de la FIDH, calificó antes de abandonar el país de "denigrante y arbitrario" el trato que recibió por parte de las autoridades mexicanas. (FIN/IPS/dc/ag/hd-ip/97